Isemay- Parte 13.5 VIVO
Ella hizo lo que la pidieron, y llegó arriba antes de lo que esperaba, dos fuertes brazos tiraron de su cuerpo hacia el interior de cubierta y una mujer menuda, salió a su encuentro con una manta, se la echo sobre los hombros y la abrazó frotándola los brazos, Isemay lo agradeció. Varios hombres se congregaban alrededor, mirando hacia el abismo.
- Vayamos dentro, querida- le indicó la mujer- debes estar helada.
- Mi hermano- miró hacía la barandilla- preferiría esperar a que ellos subieran.
- Por supuesto- se detuvo la mujer.
Casi media hora después, los hombres de cubierta tiraban de una cuerda a la que habían atado el cuerpo de Uwuain, y su esposo y el otro hombre llegaban junto a ella.
Isemay corrió hacia su hermano cuando los hombres lo dejaron sobre las tablas húmedas, estaba pálido, y mortalmente frío, la mujer que antes le había entregado una manta, se acercó también y se agachó frente al cuerpo inerte.
- Esta vivo- la tocó el hombro para tranquilizarla y después se volvió hacia uno de los hombres asintiendo con la cabeza.
- Llevarlo dentro, chicos, esta vivo- grito el hombre.
Varios de los tripulantes, llevaron a Uwuain al interior, Isemay iba a seguirle cuando su esposo la tomó del brazo reteniéndola a su lado. Ella lo miró sorprendida, y él la atrajo hacía sí para tomarla de la cintura.
- Isemay, quiero presentarte al capitán, se que estas nerviosa por tu hermano pero al menos deberías saludarle- la dijo mientras todo su cuerpo empezaba a entumecerse por el frió.
- Bienvenida a mi barco, mi lady- sonrió el hombre e hizo una reverencia con gracia, la mujer al oír el distintivo que su esposo la había dado, también hizo una reverencia.
- Por favor- se acercó Isemay a la mujer y la abrazó con fuerza- no es necesario que lo hagan, no más reverencias- sonrió- llevó días en el mar, y creo que hoy no tengo nada de dama.
- Claro que si querida, es lógico, acompáñeme- la tomó la mujer por los hombros llevándola al interior- enseguida os prepararé un caldo, debéis estar helados de frío- la acompañó hasta uno de los sillones para que se sentara.
Ese día, fue la primera noche que Isemay tomó algo caliente después de varias semanas.
Comentarios
Un beso.
un beso
Un beso.
Un beso.
Un beso.