Solo 11 días y yo pensando en esto.
Quedan 11, días, solo 11, y tendré 24, fff, que rápido pasa el tiempo, y es que podría deciros otra cosa, pero es mentira.
Iba a realizar esta entrada hablando de mí, de cómo nací, etc. La historia preferida de mi madre para estas fechas, pero… Este año, y no sé porque, al acercarse el día, tengo siempre algo que me ronda la cabeza, y es que, aunque por el blog no lo he contado nunca, estoy pensando en el día que tuve el accidente de moto, os preguntaréis porque pienso en algo así, pero el caso es que acababa de cumplir los 18, y también acababa de empezar a trabajar en un sitio que me gustaba, y bueno, tuve el accidente, y durante mucho tiempo no quise siquiera pensar en ello.
Una vez, incluso me propuse hacer una entrada para el blog, quería explicar a los jóvenes la importancia de ponerse el casco, y es que sí, queridos lectores, no bebo, no fumo, soy estudiosa, pero no perfecta, odiaba ponerme el casco de la moto, odiaba atarme el cinturón, y cuando podía siempre lo evitaba.
Desde el día que tuve el accidente no he vuelto a olvidarme nunca de ponérmelo.
Voy a empezar desde el principio...
Acababa de terminar bachillerato, y me ofrecieron un trabajo en una empresa, era mi primer trabajo con un sueldo de mileurista, así que, imaginaros lo contenta que estaba.
Trabajé una semana entera y la siguiente, me pidieron que hiciera un cursillo, yo estaba enfadada, porque llevaba toda la semana trabajando, y me pedían que fuera de gratis todas las tardes para ir adelantando trabajo, porque ese era el curso que nos daban. Así que no estaba muy contenta.
Mi padre, que es un sol, se ofreció a ir a buscarme al trabajo en moto, estaba lejos de casa, y salía ya de noche, no querían que me volviera sola y los autobuses pasaban cada hora, así que vino a buscarme.
Normalmente salía de trabajar con el uniforme, pero ese día, como iba a ir en la moto, me puse unos vaqueros, y las botas altas (hasta las rodillas). Luego había quedado, y si me retrasaba no me daría tiempo a cambiarme.
Llegamos a casa sin ningún problema, yo me reía agarrada a la cintura de mi padre, porque siempre me dice que me agarre muy fuerte, él se siente más seguro sabiendo que estamos detrás, y bueno, al agarrarle, siente nuestras manos y así no se tiene que preocupar… Cosas de padres.
El caso es que mi madre, estaba con mi tía, paseando en un parque al lado de mi casa, fuimos a saludarlas, y la dije que me iba por ahí, mi madre me dijo que tuviera cuidado (cosas de madres).
Hice una llamada de teléfono, diciendo a mi pareja que ya podíamos vernos, que ya estaba llegando a casa.
Yo me había quitado el casco para saludar a mí madre, y al irme otra vez a casa, que esta solo a dos calles, no pensaba volver a ponérmelo, pero mi madre me dijo que sí, que aunque no me lo abrochara que me lo pusiera, así que, la llamé pesada y me lo puse...
Continuará.
Comentarios
Espero con ansia la continuación pero, me temo lo peor...
Gracias por esperar la continuación jejeje, ponerlo solo en un post era demasiado largo.
Besos.
Besos.
Me has dejado con las ganas de saber que mas ocurrio.
Hasta que no pueda leer la siguiente parte me tendre que conformar con imaginarme un final un tanto accidentado.
Yo voy en moto, pero siempre, siempre, con casco.
Abrazos.
Ricard
un beso y que tengas un buen dia
Y otro, en el que me pegué tremendo susto, fué que en una carretera poco transitada llegó el típico chulin con coche deportivo, me adelanto y se coloco delante e iba pegando frenazos, yo me percaté y reducí pero en una curva cerrada estaba completamente parado y por no comermelo me fuí a un lado de la carretera y me hice polvo, hematomas por todos lados, me quemé con el tubo de escapé, la barbilla rozó la carretera te puedes imaginar, en fín, y lo más odioso: NO PARÓ, y nadie pasó, como pude cuando logré sentarme, pues me toqué no me había roto nada y como pude llegué a casa.
Solo decirte que el día que cumpli los 18 años me examiné de práctica del coche y jamás volví a subir en una moto y lo siento mucho pero yo jamás compraré una moto en mis hijas, ellas cuando sean mayores que dedidan. Y me encanta la libertad de una motocicleta, el aire en tu cara ... pero creo que es demasiado el precio que se puede llegar a pagar.
Un beso y seguiré tu historia cariño. Amelia.
Nos has dejado con la intriga... imagino que te al ponértelo, si el accidente fue en ese momento, no fue grave o tan grave como para que hubiera pasado algo peor de lo que pasara. Espero impaciente la siguiente entrega, pero, efectivamente, haces bien en recordar lo importante que es llevar el caso en la moto y el cinturón en el coche.
Besos!
Le cogí un poco de miedo, pero vuelvo a montarme a veces, aunque cuando puedo lo evito, de todas formas, ahora cuando monto me protejo con la ropa para la moto, también. Unos meses después del accidente, me saqué el carnet de coche, y se acabó la moto.
Y ahora se que tienes razón, siempre hay que llevar el casco, pero, antes, bueno, tenía 18 años... No eres consciente de las cosas hasta que no te pasan.
Voy a ver si os cuelgo otra parte.
Un beso.
Y lo de no parar, bueno... No adelanto nada.
Me examiné del carnet de coche unos meses después del accidente, entre llantos, todo hay que decirlo, porque me estaba sacando el práctico de coche cuando tuve el accidente y tuve que dejarlo durante varios meses, cuando decidí retomarlo, no pensaba que me iba a dar tanto miedo.
Besos, y gracias por contarnos tu experiencia, supongo que todos dicen, a mi hija no la dejaré, aunque luego, podemos ser unas cabezotas.
Bueno, no quiero adelantar nada, y tampoco puedo decir de que magnitud fue el accidente teniendo en cuenta que podía haber sido mucho peor, ya me diréis cuando termine de contaros todo.
Besos.