Isemay- Parte 22.5 VIVO



Recordaba perfectamente como la hija del frutero se acercó a él, había estado tonteando con ella antes de marcharse a su última aventura. La sonrió, cerca de la puerta donde su padre preparaba una cesta para servir en la mesa del jardín. Osmar la había mirado, era realmente bella, delicada, y estaba profundamente enamorada de él. Iba a acercarse a ella, cuando vio una sombra dirigirse a las caballerizas.
-                            Esa mocosa- se oyó mascullar en sus recuerdos.
-                            Querido- le había llamado la joven desde a puerta cuando su padre se alejaba de camino a la casa.
-                            ¿Me has echado de menos?- la preguntó.
-                            Mucho- se había puesto de puntillas la joven y le beso en la comisura de la boca- no sabes cuanto- se insinuó ante él, con lo que Osmar la había abrazado contra su cuerpo.
-                            ¿Todo ha ido bien por aquí?
-                            Perfectamente- sonrió ella mientras seguía besándole en el cuello.
-                            No he visto a Isemay, ¿Está castigada?- la había preguntado sin pensarlo, y la joven se separó un poco para observarle.
-                            Supongo que ya te imaginarás que esta haciendo, esa mocosa esta desafiando a su padre y como no, cabreando a su hermano.
-                            ¿Dónde está?
-                            Ahora esta con mi hermano en las caballerizas- sonrió sin soltarle- es una buena manera de quitártela de encima. Le pedí que la entretuviera.
Recordó separarse de ella de repente, dejándola estupefacta y sorprendida ante su reacción. Y con paso decidido se había dirigido hacia las caballerizas, donde el hermano de la joven se encontraba. ¡Maldita sea! Había pensado de camino hacia el lugar de donde provenían las risas de Isemay, el hijo del frutero, tenía la misma edad que Osmar, claramente podía hacer algo de lo que luego la joven se arrepentiría.
Cuando llegó a la puerta donde la yegua de Isemay se encontraba, los dos jóvenes estaban sentados en el heno, él la tocaba el pelo, como quitándole una mota de polvo que se pudiera haber quedado incrustada entre tanta suciedad. Ella, tenía un bulto pequeño entre sus manos, como si fuera un regalo que el joven la había hecho.

Comentarios

orthos62 ha dicho que…
jeejej no quiero parecer grosero pero ¿un bulto entre sus manos? ajjajaja ufffff como está la cosa por aquí jejejejej.
Hola niña ya volvi y ya empezaré a darte la barrila un dia si y otro también, jajaaja
Bueno espero que hayas pasado unas buenas fiestas y el remate sea el dia de reyes, en el que deseo que te traigan todo lo que mas deseas, ejem, jejeje a ver si es verdad,
Por cierto para cuando las notas? tennos informados vale?
Venga un besote que voy a dar una pequeña vuelta por la blogosfera, ejjeej
näkemiin
EldanYdalmaden ha dicho que…
Espero que el bulto no sea mi nariz.....

Saludos por aquí tb señor Orthos.

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