Isemay- Parte 26.3 MUERTO
El barco de Osmar se acercaba, y desde cubierta, pudo discernir las señales de Thorpe de que la joven ya estaba a salvo. Otro cañonazo, directo a las habitaciones, y después otro y otro que hicieron balancear el barco. Como habían esperado, ellos se defendieron, no podían dejar que pensaran que todo había sido una trampa. Uno de los cañones hizo temblar el barco e inestabilizó la cuerda de una de sus velas que cayó dejando atrapados a sus hombres debajo, pero no causo daño alguno a la embarcación, impactando al lado contrario de la bodega.
Osmar saltó desde donde se encontraba, cuchillo en mano para sacar a sus hombres de allí, poco a poco fueron liberando los amarres que los tenían atrapados.
Otro ruido ensordecedor, y la cuerda que aún pendía colgando le golpeó con fuerza en el brazo haciendo que cayera sobre las rejas de la bodega que le dejaron marcas en el vientre y las palmas de las manos que habían intentado evitar el impacto.
En el barco enemigo, Isemay era refugiada entre las mujeres que temerosas de las vidas de sus maridos estaban preparadas y listas para salir a ayudar. Intentó en vano mantenerlas ocultas, pero ella no era ninguna cobarde, y en esos momentos la vida de alguien más dependía de ella. Si Uwuain moría o algo malo le ocurría, su hermano no saldría con vida de donde le tenía.
- Idiotas- grito Wilde a uno de los hombres apostados en el cañón- tiene que disparar al otro lado, a la bodega- dijo refiriéndose al barco adversario.
- La dirección del barco no nos lo permite, mi lord- contestó Patrick.
- Maldita sea- oyó decir a uno de los hombres del Wilde cuando el barco enemigo se acercó lo suficiente como para que los piratas comenzaran a saltar de uno a otro.
- A cubierta- oyó el grito de su jefe- a las armas- grito Wilde a sus hombres.
- Al abordaje- se oyeron las órdenes del capitán del barco enemigo.
Osmar saltó al barco donde se encontraba su esposa. Uwuain permanecía comandando el barco para que no se separara de su enemigo. Halcón, oyó susurrar a sus contrincantes cuando le vieron sacar su espada, en cuyo emblema estaba grabado su signo.
Comentarios
Vamos, vamos Tamara, al abordajeeeeeeeeeeeee
un besote y buenas noches
Un besazo y dulces sueños, cuidaros y abrígate que menudo frío.