Isemay 39.8
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Nadie haría daño a mí esposa- dijo más para sí mismo
Osmar, que para los que le escuchaban.
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Antes, tal vez no, pero cuando ella eligió dar Halk y
Sabell para salvaros, vuestro ejército se dispersó, la mayoría fue trasladado a
mi guarnición, esperando que volvieras para dártelo, has estado mucho tiempo a
mi servicio y te recompensaré con tierras, a ambos os recompensaré con tierras,
yo sé lo que no es mío primo, y se lo que os pertenece- le dijo al observar la
cara que ponía- Otros muchos de tu ejército decidieron no trabajar de esto
hasta que volvieras, tus fuerzas se han debilitado, tu ejército ha
desaparecido, ¿Crees que a ellos les importa ahora que seas el halcón negro?
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¿Quién está intentando hacerles daño?- preguntó Uwuain
preocupado- ¿Están seguros aquí?
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Nadie les hará daño en casa del rey, pero si Isemay
decide irse, no podré impedírselo, así que tenemos que actuar con sumo cuidado.
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Majestad- interrumpió un paje en la habitación- Lord
Reynald les espera en la biblioteca.
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Seguidme- les dio una orden y salió tras el paje.
Comentarios
Seguro, Osmar no va a tragar ya a Reynald.
Saludos.
Un besazo.