Isemay 40.6


La mano extendida en un puño, agarró el camisón de su madre, como si de ese modo impidiera que le dejará solo. Isemay sonrió, estaba segura de que Olaft ni siquiera notaba su presencia a su lado, en casa ya dormía solo, en la habitación contigua a la suya, pero ni siquiera se había quejado de compartir cama esa noche.
Isemay pensó en las habitaciones de los niños tan alejadas de la suya, y negó con la cabeza, no se le pasaría por alto que su hijo estaba en peligro, y no lo dejaría solo, si alguien quería hacerle daño, tendría que matarla a ella primero. Sin hacer ruido la doncella volvió a entrar en la alcoba, seguida por dos mozos, que cargaban la bañera. Otros dos venían con cubos de agua caliente para echar en ella, pronto estaría llena.
Después de bañarse sin hacer ruido, se había vestido antes de que su hijo se despertara, la doncella le dijo que le dejará dormir, pero ella prefería acostumbrarle a la rutina desde el primer día, si le dejaba dormir hasta tarde luego no dormiría la siesta. Así que se acercó a la cama y lo beso en la mejilla hasta que se despertó.

Comentarios

sabores compartidos ha dicho que…
uhmmmm que tierno es que te despierten a besos, jejeje la mejor forma de despertar.
Besoteesss
Arte de enseñar ha dicho que…
La verdad es que si orthos, no me imagino algo más tierno. Un besazo.

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