Así es la vida


Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, existió el bosque del querer, un lugar, mágico, lleno de color, donde todas las personas eran felices.

Sus principales moradores eran el sol y la luz, siempre contentos, siempre enamorados, paseaban de la mano llenando todos los rincones de ese mágico lugar.


Hasta que una noche, sin saber cual fue el motivo, antes de que el sol se ocultara, apareció la luna, tan bella y radiante. La luz, celosa de que el sol se quedara mirándola embobado, decidió hacerse a un lado, y que la noche fuera totalmente oscura en aquel lugar, así, el sol se apagaba, y no podía ver a tan fantástica hada de la noche.



Pero la luz, no podía evitar que el sol se enamorara de la luna, y que en las últimas horas del día, ambos coincidieran en el cielo, se amaran y se miraran. 




La luz, le explicó al sol que le abandonaría si no dejaba de verse con la luna, pero el sol, estaba tan convencido de su eclipse y de su amor por la dueña de la noche, que no hizo caso a la luz, y se fugo con la luna, teniendo muchos, muchos hijos, a los que llamaron estrellas.


Entonces, la luz enfadada, hizo que rayos cayeran sobre la tierra, y cuando salía el sol al firmamento y la luna se ocultaba sin hacer caso a su enamorado, la luz, oscurecía el cielo, y los rayos lo surcaban.

Tan bellos eran los rayos y tan enigmática la tormenta que causaban, que los moradores de la tierra, salieron a fotografiarla, la luz, se sintió entonces segura, se sintió importante, y el sol cada vez más celoso por lo que la luz estaba consiguiendo, intento con todas sus fuerzas abrirse paso entre las nubes.

Fue, en ese momento, cuando sin querer, uno de los rayos del sol, toco con una de las gotas de lluvía que había en el suelo, y apareció un hermoso arco iris.

Al ver aquello, el sol, sintió algo muy especial, la luna jamás podría darle más que pequeños diminutos momentos de felicidad durante la noche, mientras que la luz, le daría toda la felicidad del mundo durante el día.

Y el sol, quiso dejar a la luna, e intentó ocultarse antes que ella, y a veces lo conseguía, la luna rápidamente se olvidó de él, enamorándose de la oscuridad, pero la luz, jamás volvió a perdonar al sol, solo, en algunos instantes del año, cuando el sol consigue hacerla sonreír, la luz le entrega ese hermoso arco iris, mientras tanto, el sol, esta renegado a vivir siempre tras la luz, porque sin ella, ya no es nada.

Comentarios

J.P. Alexander ha dicho que…
Uy adore la historia, fue mágica por cerdo le paso al sol
Anónimo ha dicho que…
Preciosa leyenda amiga. Los elementos que nos rodean son la base de nuestro mundo y de nuestra esencia.
Una abrazo.
Tamara ha dicho que…
jajajaja Citu. Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Jorge, además de verdad, nunca mejor dicho. Un besazo.

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