Una nueva vida- Capítulo 20.2
Según caía de nuevo la noche la situación continuaba igual, Radians necesitaba una transfusión de sangre pero la sangre no había llegado aún, toda la noche que continuó a ese día tan agotador, Ascra siguió sin separarse del lado de su hija y José tampoco, aunque sentado, separado de la cama no dejaba de mirarla y cada vez que Ascra salía de la habitación o bien para orinar o para comer algo, José se acercaba a ella y la tocaba, la acariciaba, la susurraba palabras dulces.
Hubo un momento en la noche en que Ascra no se sentó, pero en varios momentos cuando llevaba horas y horas de pie cambiando a su hija los paños de agua fría, se sentaba y Flor la sustituía, de vez en cuando Nicolás aparecía por la habitación, pero no quería ver a su pequeña en ese estado, con lo cual, volvía a marcharse rápidamente, Mateo también subía, pero consideraba que lo que ocurría en la habitación era cosa de mujeres, ya que Radians, permanecía desarropada con muy poca ropa y el camisón tenía desabrochados los primeros botones para que Ascra pudiera poner bien en el pecho los paños de agua fría.
Después de las seis de la mañana, Flor le pidió que saliera de la habitación, la fiebre había subido más e iban a desarroparla para ponerla más trapos de agua fría, en varias horas, José no apareció por la habitación, después de que Lidia bajara al salón diciendo que ya había bajado un poco la fiebre José subió y la observó desde el quicio de la puerta, Lidia se acercaba a él y le agarraba por los hombros, susurrándole que se pondría bien, él se separaba de su lado cada vez que ella se acercaba.
Comentarios
Besos
Quando a febre resiste,cansa a doente e quem a ajuda!
Uma excelente narrativa!
Um beijinho
Beatriz
Besos