Me he enamorado

Me he enamorado, me he enamorado de tantas y tantas cosas en mi vida que me cuesta recordarlo y no creo que pueda enumerarlas todas. Me enamoraban mis muñecas cuando era pequeña, cuidarlas, peinarlas y darles de comer, era lo que más ansiaba. 

Me enamoré también de mis legos, a los que convertía uniendo dos piezas en patitos y jugaba a mamás e hijos, incluso les hacía casas y ponía a la mamá pato delante para que los demás las siguieran, y las piezas raras, si, esas que solo tenían una fila y no dos, a esas las ponía como el cuento del patito feo, solo que, su mamá si las quería.

Me enamoré de mis Barbies, tenía y tengo mansiones, coches, apartamento, carroza de caballos, incluso cuando se me rompían con ayuda de mi padre le escayolaba el brazo, la pierna o les ponía un collarín. Tenía y tengo cientos de ellas, pero, las amaba a todas y cada una de ellas incluso con sus diferencias, y amaba también a sus hijos, gorditos, flaquitos, de colores rosaditos o incluso aquellos que por meterme en la bañera y lavarlos tanto con jabón a veces iban perdiendo su color original, pero los amaba de igual modo.

Y fui creciendo, y en lo que en la infancia eran mis mayores amores, fueron siendo sustituidos por otros, y las manualidades llegaron a mi vida y las amé, como también amé después el día que llegó mi primer coche y como no, el segundo. Y amé mi primer sueldo, y el primer ordenador que pude comprar con mi dinero, amé todas y cada una de las cosas que aparecían y desaparecían de mi vida. 

Pero lo que más amé, fueron las personas que estuvieron a mi lado, amé a mis compañeras del colegio con las que reía, disfrutaba, cantaba por la calle y sonreía, incluso amaba las peleas porque eran parte de las reconciliaciones, amaba tener una mejor amiga con la que compartía todo e incluso me cabreaba si esa mejor amiga le contaba un secreto a otra persona antes que a mí. Amaba estar con mis primos, porque eran ellos los que vivieron junto a mí la infancia, amaba ir al patio a jugar con ellos, celebrar los cumpleaños en familia, amaba jugar en el llano, amaba incluso las peleas porque eran parte de la palabra familia.

Amaba a mis amigas del instituto porque con ellas pase momentos muy duros, momentos como mis primeras salidas a la hora del recreo, momentos de nervios ante la selectividad, las notas e incluso los suspensos, y las amaba. 

También a los profesores del colegio y el instituto, porque ellos me enseñaron a ser y a no ser, a querer y a saber distinguir, a luchar por los sueños incluso cuando todo se ponía en mi contra.
Amé a mis amigas en la universidad aun siendo tan diferentes que yo, amaba nuestras charlas en la cafetería, como nos apoyábamos en los trabajos y hacíamos locuras para conseguir la mejor nota, amaba todos esos momentos. 

Amé a mi primer novio de la infancia, ese con el que todo el mundo dice que pasarás la vida pero tú en verdad solo consideras un amigo, lo haces más porque la amistad que les une a los padres hay que respetarla, amé al segundo, bueno, a ese le amé demasiado, incluso cuando me destrozó el corazón le amé, pero le quise con todo lo que sabía y de la mejor forma que pude hacerlo, y amé a los compañeros que llegaron después de él, y amo al que tengo actualmente, de una forma distinta a todos los anteriores. 

Amé a mis primeros compañeros del colegio y más a mis primeros alumnos, y seguí amando a los segundos, y terceros, y cuartos, y la lista que tenga por venir.

Amé mi primer grupo de manualidades hasta que diferencias irreconciliables me llevaron por otro camino, amé cuando abrí ARTualizatE y tuve un cariño especial por cada cosa que pasaba allí, me daba tanto, me da tanto.

Amé y amo a mi familia, desde el minuto uno que abrí los ojos, desde mi primer latido aún sin saberlo, desde siempre. 

Por eso, cuando hablo del amor o me preguntan sobre el amor, pienso, ¿de qué forma? Porque yo amo amar, amo lo que significa la palabra amor en todas sus letras, y es que el amor no tiene explicación, ni entendimiento, o se ama o no se ama, y os aseguro que cuando se entrega el corazón, aunque ese amor se acabe, siempre un poquito de ti se quedó en ello, y un poquito de ello se quedó en ti. 

Lo único que no amo en esta vida es perder a las personas, tampoco amo las enfermedades, ni las injusticias, ni las personas hipócritas, ni las que miran hacia otro lado, ni las que se meten en la vida de otros con el derecho a opinar, y seguramente no amo muchas cosas más, pero si hablamos solo de amar… amo muchas cosas, incluso amo que hayas leído esto hasta el final.




Comentarios

CHARO ha dicho que…
Cuanto Amor hay y ha habido en tí.....sigue así que Dios y la vida te compensarán.Besicos
Boris Estebitan ha dicho que…
Hay tanto amor en tu corazón.

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