Carpe Diem



Hoy he leído otra historia, Jorge Bucay regresa a mi mente para leerle en los momentos de nostalgia, tal vez sea, porque aunque no especifica si es maestro, en varias de sus historias cuenta y habla de los alumnos que le inspiraron a escribirlas.



La historia cuenta como un rey, anhelaba todo lo que otros querían, si había alguien más fuerte que él o más poderoso. Preguntaba cada día a sus cortesanos si lo era, y todos indudablemente le decían que él era muy poderoso, pero... el mago que vivía allí, era más poderoso que él.


El rey celoso, comienza a planear su muerte, decide que el mago le estorba. 

Así que un día lo invita a cenar al castillo, y en mitad de la cena, cuando iba a matarle con su propia daga, le pregunta para demostrar a todos que el mago no es tan poderoso:

  • "¿Es cierto que puedes leer el futuro?" 
  • "Un poco- dijo el mago" 
  • "¿Y puedes leer tu propio futuro?- preguntó el rey" 
  • "Un poco- dijo el mago" 
  • "Entonces quiero que me des una prueba- continuó el rey- ¿Qué día morirás? ¿Cuál es la fecha de tu muerte?".
El mago se quedó en silencio, y el rey le preguntó que ocurría, si era acaso que no lo sabía, a lo que él dijo que le daba miedo contarlo, el rey, impaciente ordenó que se lo dijera:
  • "Yo soy tu soberano, ordeno que me lo digas". 
Después de un largo silenció el mago contestó:
  • "No puedo precisarte la fecha, pero sé que el mago morirá exactamente un día antes que el rey".

El rey, se pensó entonces si matarle o no, por una parte pensaba que el mago podía haber adivinado sus intenciones de matarle, pero, ¿Y sino era así? 

Esa noche le invitó a pasarla en el castillo, con la escusa de preguntarle una duda a la mañana siguiente, y así los días respectivos. 

Hasta que paso mucho tiempo, y como siempre "estar cerca del que sabe hace más sabio al que no sabe", así que el rey se fue volviendo más justo. 

Ya de viejos, un día, y cuando ambos, rey y mago se habían hecho muy amigos, el primero le confiesa al segundo, que pensaba matarle, y que no lo hizo por su respuesta, a lo que el mago contesta que el también le mintió, que inventó la historia para darle una lección, "vamos por el mundo odiando y rechazando aspectos de los otros y hasta de nosotros mismos que creemos despreciables, amenazantes e inútiles... sin embargo, si nos damos tiempo, terminamos dándonos cuenta de lo mucho que nos costaría vivir sin aquellas cosas que en otro momento rechazamos". 

"Tu muerte, querido amigo, llegará justo el día de tu muerte, ni un minuto antes... No hay ninguna razón para pensar que tu partida este ligada a la mía. Son nuestras vidas las que se han ligado, no nuestras muertes"

Cuenta la leyenda que esa misma noche el mago murió, y que el día después lo hizo el rey, sin tener miedo "quizá por casualidad... quizá por dolor... quizá para confirmar la última enseñanza de su maestro"



He puesto esta historia porque creo que, muchas veces pensamos tanto en el mañana y en lo que sucederá que nos olvidamos que lo que estamos viviendo es el hoy, como dijo el mago cada cosa viene en su momento, ni un minuto antes ni un minuto después, con lo cual, ¿porque pensar en lo que aun no ha sucedido? y, ¿porque enfrentarse a ello con miedo?, las cosas tienen que suceder, tarde o temprano, tal vez pensemos que para muchas no estamos preparados (no solo para la muerte), ¿quien nos dijo que estábamos preparados para nacer? simplemente lo hicimos, ¿y para amar? simplemente ocurrió, y por mucho miedo que le podamos tener, es algo que no se puede controlar. 

Muchas veces es algo que nos supera, pero... ¿no es el amor a los demás algo tan bonito por lo que merezca la pena afrontar el miedo?

Yo tenía mucho miedo a terminar mi carrera, enfrentarme a un grupo de alumnos y buscar yo sola las soluciones. 

Era una responsabilidad que pensé me costaría mucho asumir, pero simplemente llega un día, una hora, un instante, en que entras dentro de un aula, ves unos cuantos pares de ojos mirándote y esperando que les demuestres que eres digna de que tomen tu mano para seguirte durante el tiempo que estés con ellos, y tienes dos opciones, enfrentarte con miedo y salir huyendo, o demostrarles justo lo que esperan. 

¿No dijimos acaso que éramos el futuro?, ¿no hemos repetido esa misma frase mil veces durante la carrera?, pues en ese instante, es tu momento, porque simplemente llega.

Y añado, algo que os puede haber sorprendido, considero que, en las profesiones en las que se trabaja junto a personas, los alumnos, pacientes, etc. Dependiendo de la profesión, no tienen que ser dignos de ser atendidos por nosotros, sino al revés, debemos sentirnos orgullosos, de que ellos nos hayan elegido para que podamos compartir con ellos parte de su precioso tiempo, y si, considero, que somos nosotros, los que tenemos que demostrar nuestra valía como maestros, y no ellos su valía como alumnos nuestros, empezando por saber hacernos respetar, siguiendo por saber motivarles e impartirles las clases, y terminando, con poner en táctica la mejor manera de acercarnos a ellos y conseguir su confianza.

Aprovecho para daros las gracias, a todos, los que dentro de mi vida, cuando he pensado demasiado en el mañana, me habéis puesto los pies en la tierra recordándome lo importante del hoy. 

Y también a aquellos, que cuando he creído que no habría mañana y me he centrado mucho en el hoy, me habéis abierto los ojos, recordándome el motivo para vivir el hoy, con vistas a un mañana.

Besos a todos y de nuevo, gracias por leerme.

Si queréis leer la historia completa, se titula, el "Temible Enemigo" y es de Jorge Bucay. Esta dentro de su libro "Cuentos para pensar"


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Un besazo.

Comentarios

Tamara ha dicho que…
De nada, gracias a ti por tu blog. Un beso.

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