Isemay- Parte 14.1 VIVO



Isemay le conocía más de lo que él pensaba, en los primeros años de su vida, se había maravillado por lo apuesto que era, y por su capacidad de protección con ella, después, su visión de las cosas había cambiado y se interesó por conocerle, sabía sus gustos, que desayunaba y tomaba a media mañana para recuperarse del ejercicio físico, también que tipo de ropa le gustaba vestir, como peinarse y que colores utilizaba, si dormía sobre sábanas de seda o de retales, pero hay no se quedaba su conocimiento, sabía tanto de él, que si quisiera podría ser la mujer ideal, la que él quería, el tipo de mujer que le gustaba y atraía, con escotes pronunciados, faldas amplias, medias hasta la rodilla, que vistan colores llamativos como el rojo o el granate, que le miren como si no existiera otro hombre y se cuidan los dientes para que su sonrisa sea perfecta. Pómulos marcados, mejillas sonrosadas, cabello recogido para que se la vea la nuca y el cuello.
Si hace unos años le hubieran hecho un examen sobre su esposo, no hubieran encontrado a nadie que le conociera mejor que ella, se sabía cada una de sus leyendas, y había investigado sus partes de verdad y mentira. A pesar de lo que él creía, ella sabía que el halcón de la muñeca no era su único tatuaje, llevaba otro justo en el costado y era tan pequeño que a penas se apreciaba, en él se entrelazaban sus iniciales, se lo hizo de pequeño cuando después de una incursión en la que uno de sus compañeros resulto tan herido que no se le reconocía, se tatuó las iniciales para que no hubiera duda de que él era Osmar Halk y ella lo había descubierto de pequeña, cuando le vio bañándose una vez en el río con su hermano.
Además en su piel curtida por el sol, podían encontrarse dos antojos, uno en su muslo derecho, y otro en uno de los omoplatos de su espalda, eran marcas de nacimiento, pero el siempre había dicho que las marcas habían salido por el sol. Una cicatriz causada por una flecha, le pasaba cerca del vientre, ella no recordaba cuando se la había hecho, pero sabía que había estado muy enfermo y herido por su causa, tanto, que su hermano se había ausentado meses y meses de su hogar para estar junto a su amigo, ya que creían que iba a morir, pero no fue así, el halcón se había recuperado.
Si a pesar de todo lo que ella sabía, él lograba derribar sus defensas, no había marcha atrás en sus propia destrucción, por ese motivo no pensaba dejarle traspasar su fortaleza, la había costado años construirla, a base de fuertes golpes y contiendas en los que batallaba consigo misma. Y bien sabía, que no había arrancado a Osmar de su corazón, pero con los años, logró desterrarlo al más misero rincón de su existencia, a él y todos sus recuerdos. Que estuviera herida y asustada no le daba derecho a entrar en su vida.
-                            Estas muy pensativa- la despertó su hermano de sus pensamientos.
-                            Saber que tengo que decidir mi vida no ayuda en absoluto a que sea feliz- le había contestado ella.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
poquito a poco me voy acercando, de momento, tengo prohibido empezar esto por el tejado.

:)
Tamara ha dicho que…
Jajaja, yo suelo hacerlo.
Juanlu (Luiyi) ha dicho que…
Hola! soy Juanlu, el seudo-dibujante que utilizó hoy Humberto en su blog, quería agradecer tu comentario sobre el dibujo...por cierto, he visto que eres docente en Madrid, yo lo soy en Andalucía...creo que no debes perderte esta carta de un compañero de allí.

http://hoy-no-dibujo.blogspot.com/2011/09/diario-de-un-profesor-de-secundaria.html

Un abrazo y lo dicho, gracias por tu comentario!
Tamara ha dicho que…
Juanlu, de nada por el comentario, cuando uno lo merece, hay que decírselo ;)

Voy a ver la carta, y te comento.

Saludos.
orthos62 ha dicho que…
Bueno creo que lo peor que hizo Isemay era conocer a Osmar como si fuera su madre, jejeje, Como la vas a sorprender con algo nuevo? Lo que pasa es que el amor infinito que sentia por él la ha llevado a acomodarse y ahora viene el dilema. Como el prece pasar de ella, con la que le ha aguantado, con lo harta que parece estar, tiras palante o cortas por lo sano? Yo sigo pensando que Isemay va a....... no,no, mejor me lo guardo por si acierto, jajaaa
un beso y buen finde
José Antonio del Pozo ha dicho que…
hola tamara, me gusta tu fraseo escribiendo, y esos detalles en apariencia nimios, como en el texto de hoy, el contar los antojos y los tatuajes del cuerpo, porque así la escritura coge espesura de realidad
saludos blogueros
Tamara ha dicho que…
Orthos, creo que no le quedaba otra que conocerle, al fín y al cabo, la metió a un colegio de señoritas para que se convirtiera en la esposa ideal, y en esos colegios les enseñaban que lo importante era complacer al marido, los deseos de ellas no importaban.
Mmmm, todavía quedan muchas aventuras a lo mejor no es lo que piensas jajaja, o sí.

Un beso, me alegro de que te vaya gustando.
Tamara ha dicho que…
Jose Antonio, a veces por esos mismos fraseos digo más de mí, o caracterizo más a mis personajes de lo que querría, a veces hasta llego a cogerles cariño, pero es cierto que sin esas cosas, los que lo leéis, no os pondríais tanto en su lugar.

Gracias por el comentario. Besos.

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