Isemay- Parte 14.10 VIVO

Vestida aún para la noche, salió a cubierta, donde probablemente encontraría a Doña Encarna, pensaba pedirla la llave de las cocinas, quería tomar algo de comer, y después, hablaría con su esposo, no pensaba hacer las cosas a sus espaldas, como él había estado haciendo durante todos esos años, ella era más valiente, siempre lo había sido.
Como esperaba, encontró a la mujer en cubierta, estaba con su marido y ambos contemplaban la luna que nacía en el cielo estrellado. Su esposo se encontraba al lado de la pareja, con otros dos marineros, como si intentaran averiguar de qué constelación se trataba.     
-                            Hace buena noche- dijo a modo de saludo cuando llegó al lado de ellos.
-                            Isemay- se volvió la mujer hacia ella- No fuiste a cenar, ¿te encontrabas mal?
-                            Tuve una pequeña discrepancia con mi hermano- se sinceró, no había mentido nunca y no pensaba hacerlo ahora.
-                            ¿Ocurrió algo?- preguntó su esposo mirándola también.
-                            Nada que no tenga remedio- sonrió a medias- Doña Encarna, ¿Podría comer algo? Sé que nunca abre las cocinas después de su hora pero…
-                            Niña- se soltó la mujer del abrazo de su esposo- Por supuesto que puedes comer algo- la entregó la llave que llevaba colgada al cuello.
-                            Gracias- se volvió para marcharse.
-                            Te acompañó- la dijo Osmar tras ella- yo también me quede con hambre- la susurro al oído.
Los dos bajaron en silencio por la escotilla, y en igual calma llegaron a las cocinas, Isemay abrió la cerradura sin mucho esfuerzo, solía hacerlo a menudo, y después abrió la puerta, respirando de nuevo las fragancias de la comida conservada. Todo estaba tan limpio y pulcro como siempre.
-                            ¿Pasó algo con Uwuain?- la habló su esposo cuando ella comenzaba a rebuscar en los estantes.
-                            Tenemos opiniones distintas, eso es todo.
-                            A mi me parece que fue grave- habló de nuevo- Estuviste llorando.
-                            No esta bien, escuchar detrás de las puertas- le inquirió pero no se volvió a mirarle.
-                            Fui a buscarte, me dijiste que nos veríamos en la cena- la entregó una cuchara cuando ella eligió que comería compota.
-                            Cambie de opinión ¿No puedo?- se metió la cuchara a la boca.
-                            Jamás te he exigido nada- se defendió él.
-                            No, eso no es totalmente cierto, me obligaste a abandonar mi hogar- le recriminó.
-                            No pensaba poseerte- la dijo después de un silencio- El rey me dijo que o resolvíamos nuestro matrimonio o el mismo vendría a comprobar que se había consumado, y no pensaba hacerte mía, así que decidí que lo mejor sería mandarte lejos.
-                            Es interesante, gracias entonces- se levantó llevándose el bote de compota con ella- Te dejo la llave aquí- le señaló la mesa- Devuélvesela a Doña Encarna cuando elijas tu cena.
-                            Isemay, vamos a hablar- la tomó del brazo y cerró la puerta de la cocina con la llave- Sé que para ti es más sencillo eludir los problemas, pero estamos casados y no vamos a resolver la situación si no ponemos de nuestra parte.
-                            No quiero…
-                            Déjame terminar- la inquirió- Este matrimonio es para toda la vida, lo quieras o no, no te he tratado como una mercancía, y si lo hice, me disculpo, en menos de un mes llegaremos a tierra, y quiero que me digas, que es exactamente lo que quieres.
-                            Voy a pedir la anulación- le dijo escuetamente, su voz más serena de lo que ella estaba por dentro- Ahora puedes entregarme la llave para abrir- le tendió la mano.
-                            El rey no va a dártela, y complicarás más las cosas, querrá ver que hemos consumado el acto, estas dispuesta a aceptar esas consecuencias.
-                            No anularé el matrimonio alegando esa causa- Lo solucionó.
-                            ¿Cómo piensas hacerlo entonces?
-                            Voy a ofrecerle un trato.
-                            ¿Al rey? Isemay no creo que estés en condiciones…- Comenzó a decir.
-                            Él desea que me case con otro hombre, voy a darle lo que quiere- Intervino antes de escucharle.
-                            ¿Cuál es el trato exactamente?
-                            Me casaré con quien desee, pero quiero salir del país.
-                            Es esa barbaridad lo que le dijiste a tu hermano- se enfureció y la cogió de los brazos con fuerza- Lleva años intentando recuperarte, no voy a pedir nada de ti en Halk, pero tendrás cerca a tu familia.
-                            Fue mi hermano quien no quiere que regrese- forcejeó para soltarse.
-                            ¿Cómo dices?- se sorprendió y la soltó al instante.
-                            Uwuain, no quiere que regrese a Sabell, y yo estoy dispuesta a concederle el tributo.
-                            Tu hermano jamás te pediría eso- volvió a sujetarla al ver que intentaba marcharse de nuevo- y lo sabes, durante años ha luchado porque estuvieras junto a él.
-                            Pues ya no va a luchar más, y yo tampoco- tiró tan fuerte que consiguió soltarse- me he dado cuenta lo poco que os he importado durante todo este tiempo, él pide que yo le de sobrinos, y contigo, incluso, estaba dispuesto a cederte mi mano cuando creciera, pero no quiere que regrese a Sabell.
-                            Isemay, estoy seguro de que todo tiene una explicación, maldita sea, nos hemos comportado fatal contigo, pero tu hermano jamás te cerraría las puertas de tu hogar.
-                            Si regreso como yo quiero si, y no estoy dispuesta ha hacerlo de otra manera. No quiero hijos, no estoy dispuesta a darte un heredero, no voy a entregarme a ti.
-                            ¿Tan malo te parezco?- Esta vez sí se ofendió, aunque sabía que no tenía derecho, pero pensar en ella con otro hombre, por supuesto que eso le daba derecho a enfadarse- ¿Es mejor cualquier otro antes que yo?- La zarandeó- ¿Incluso Wilde?
-                            Incluso él- añadió ella después de un silencio- durante mucho tiempo, deseé que fueras mi marido de verdad, que vinieras a buscarme, pero, todo lo que yo sentía murió en la capital.
-                            ¿Lo que sentías?- preguntó atónito.
-                            Siempre te he amado- le confesó- pero me has humillado, ridiculizado, y abandonado durante muchos años, el amor que sentí por ti, murió. Me dí cuenta en el momento en que dejé de vestir tus colores- comenzó a llorar- dame la llave por favor- le pidió.
Y él se lo concedió, porque jamás había pensado en todo el daño que la había hecho, ella lo había amado, había cuidado su reputación manteniendo ser su esposa, había vestido sus colores, ¿Y él? ¿Dónde narices había estado él? Revolcándose de cama en cama mientras ella lloraba su ausencia.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Ufff, y ahora qué?
¿Cómo podría Osmar dar la vuelta a la situación?
Mal lo veo.
Yo la cogería y me la llevaría a cuestas, después le daría unos azotes y luego ella a mi.
Pero es que yo soy un bruto...

Seguimos pendientes del caso, profe, mu pendientesssssssss
Tamara ha dicho que…
Jajaja, si eres un brutico si, no quiero saber que pasaría después de los azotes...
Tu pueblo debe ser muy divertido, ladrillazo por aquí, ladrillazo por allá, como no me escuchas te llevo a cuestas, los que no se dan de azotes... ¿Por donde anda ese pueblo? Lo digo para no pasar... :D
¿Habéis considerado lo que ocurrirá como la mujer tenga más fuerza que vosotros? Mejor no pensarlo... Deberías escribir el libro, sería divertido de leer jajaja.

Isemay, tiene más ovarios que Osmar y el resto de guerrero juntos, ya te lo digo yo a ti jajaja.

Colgaré más, queda una entrada o dos para terminar el capítulo.
orthos62 ha dicho que…
Yo creo que Isemay se ha envalentonado y pronto le dara un par de h....s a Osmar por todo el daño que la ha hecho. Fijate que pensaba que se iba a solucionar, pero claro, encima ahora el hermano va y la deja tirada tambien. Hombres, ajjaaja el peor colgado. Veremos como da la vuelta la tortilla, será curioso adivinarlo.
un beso
Tamara ha dicho que…
Orthos creo que Isemay no es de ser violenta, pero puede que nos sorprenda, la verdad es que a mí también me sorprendería.

Uwuain, no sabe ni que hace, quiere que siga casada, no quiere separarla de su esposo porque sabe que la hará feliz, pero a la vez, creo que sigue sin hacerle ninguna gracia, no quiere que se vaya a la corte, porque si se produce la anulación, por otro lado, quedaría como repudiada por su esposo, y bueno, eso no era bueno para una familia... Este chico, es un ni come, ni deja comer en paz, y además de todo eso, es un flojo, no supo enfrentarse a todos cuando ella era una niña y protegerla... Le tengo un cariño... Jajaja.

Besos.
EldanYdalmaden ha dicho que…
Ains profe, qué razón tienes, normalmente todas las chicas son más fuertes que yo y pesan más, al final son ellas las que me llevan a cuestas y me dan los azotes, pero eso ya es otra historia.

Estoy con Orthos y subo la apuesta imaginando a Isemay dándole una buena lección a Osmar, poníendole las peras al cuarto y de paso enarbolando una pancarta feminista que diría: "viva los hombres objeto". Todo esto acompañado de un baile del Can Can, claro está.

No sé, es que yo divago mucho.

Saludos.
Tamara ha dicho que…
Jajaja, ¿Bandera feminista? creo que no había llegado a esa época jajaja, si no, tenías todas las papeletas a ganar la apuesta jajaja.

Bueno que os cuelgo el siguiente.

Besos.

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