Isemay- Parte 15.1 VIVO

Isemay la seguía detrás con otra bandeja repleta de vasos llenos de jugo. Ambas mujeres parecía felices y reían mientras se acercaban, pero cuando los hombres salieron a su encuentro, Isemay cambió su expresión y tendió la bandeja hacia su esposo y después hacia su hermano, para volverse sonriendo hacia el hombre más mayor.

-                            La comida estará lista a las dos- comentó Doña Encarna- espero que seáis puntuales, esta tarde iré con Isemay al pueblo.

Cuando vieron alejarse a las dos mujeres y que Isemay no miró atrás, ambos supieron que la habían perdido, pero durante los siguientes días, ninguno de los dos hizo nada por recuperarla. Uwuain seguía en sus trece sobre el regreso de su hermana a Sabell,  no podía permitirlo, estaba seguro de que ella no sería feliz allí, por otra parte estaba decidido a colaborar en ese matrimonio. 

           Osmar por otro lado se sentía culpable, no estaba seguro de que el rey ayudara en su anulación, probablemente la pondría mil trabas, como Uwuain había augurado, pero quedarse sentado esperando a saber la respuesta tampoco era una solución viable. Desde que la había visto entrar por la puerta de la celda, mientras los tenían amarrados, todo su pecho se había llenado de algo hacía ella, un sentimiento difícil de explicar, protección, cariño, deseos de saber que hubiera sucedido si la hubiera mantenido a su lado, incertidumbre, posesión… Verla con otro hombre lo mataría y lo sabía, por eso tenía que planear muy bien sus jugadas. Podía ser el hecho de que su orgullo masculino estuviera en juego si la perdía, pero si en algo no se equivocaba Uwuain, era al predecir que hubiera sido la mujer ideal para Osmar, cuando hubiera crecido.