Isemay- Parte 20.1 VIVO
Por su parte, Ruther, el hermanastro de Osmar llegó muy tranquilo, sin signos visibles de haberle echado de menos, confiaba plenamente en las facultades de su hermano para mantenerse a salvo en las circunstancias más adversas. Solo había sentido un pequeño nerviosismo cuando le llegó la notificación de que llevara escolta para recogerles.
El día de su llegada los hombres habían bajado al embarcadero para recibir diferentes mercancías provenientes de otro barco y las mujeres se encontraban solas en la casa. No pasaron desapercibidos los cascos de los caballos al aparecer por la calle del pueblo donde se situaba la casa del capitán, ni tampoco el polvo que se levantó a su paso, tampoco los gritos de los niños y sus madres que por miedo a estar siendo atacados, corrían de un lado a otro escondiendo a los pequeños. La llegada de los hombres de Sabell y Halk, terminó siendo tan ruidosa que todo el mundo en kilómetros a la redonda se había enterado de lo sucedido, la bandera de Sabell hondeaba en el estandarte y los colores de las capas de sus hombres. Los hombres de Halk habían omitido esa parte del protocolo.
- Buscamos a una mujer- grito su primo a un anciano que permanecía sentado en la plaza.
- Y a un hombre- recordó Ruther.
Su aspecto impresionó tanto al hombre que casi tartamudeó al intentar responderle que en el pueblo había muchas mujeres, además no era propio de un caballero revelar el paradero de una dama, y mucho menos sin saber quienes eran esos hombres y si la dama estaba en peligro. El anciano frunció entonces las cejas y espero a que dieran algún detalle más de la joven, pero los tres caballeros siguieron mirándole con escrutinio.
- N-no p-puedo darle el paradero de una mujer, saben que no es muy caballeroso- consiguió contestar el anciano.
- El del hombre entonces- habló Ruther.
Comentarios
un besote niña, cuidate
Se parecen a mí, me caen genial.
Profeeeee, están en pie de guerra estos?
Te dejo pensando.
Un besazo.
Un beso.