Isemay- Parte 24.1 MUERTO


Ahora estaba enfadado, estaba seguro de que ella permanecería sola, él la había confesado su amor la noche antes de partir, y se lo había demostrado con creces cuando la estrechó entre sus brazos y la pidió permiso para hacerla su mujer, debía marcharse y lo sabía, no podía poner en peligro a toda la corona, y mientras el permaneciera en Halk, la vida de su esposa corría peligro, pero no podía marcharse sin llevarse con él el recuerdo de su cuerpo. Tal vez fue egoísta de su parte, ella hubiera podido rehacer su vida si él no hubiera querido pasar la última noche entre sus brazos.
-                             ¿Ha ocurrido algo?- le preguntó ahora Osmar impaciente.
-                             Será mejor que te sientes- pidió la reina de nuevo.
-                             Será mejor que te marches- la pidió el monarca a su vez- es un asunto de hombres que tenemos que hablar solo entre nosotros.
-                             Acláraselo mi señor- le pidió la reina antes de levantarse de su trono y que su enorme capa fuera arrastrada por el suelo cuando salía de la estancia seguida por sus escoltas.
-                             Habla ahora- instó Osmar.
-                             Siéntate amigo- le indico una silla que traía uno de sus sirvientes.
-                             ¿Esta enferma?- preguntó Uwuain preocupado.
-                             No exactamente- contestó el rey- esta esperando un hijo- dijo en cuanto Osmar se hubo sentado.
-                             ¿Un hijo?- se levantó de nuevo de un saltó- ¡Prometiste protegerla de cualquier hombre!- grito enfurecido.
-                             ¿La han violado?- se sentó a su vez Uwuain en la silla.
-                             ¿Por qué no puedes creer que lo concibiera con amor?- rió el rey.
-                             Mi esposa no se entregaría con amor para ningún otro hombre- grito esta vez Osmar enfurecido- dame el nombre del que la preñó, porque pienso matarle.
-                             Creo que Uwuain mejor que tu puede hacer ese trabajo.
-                             ¿No me crees capaz para defender el honor de mi esposa?- se volvió hacia el rey enfurecido.
-                             El bebe es tuyo- se levantó ahora el rey.
Pero Osmar volvió a sentarle de un puñetazo.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Ahora sí me cae bien Osmar, puñetazos a destajo, así se habla :)

Grrrssssss
Tamara ha dicho que…
Jajajaja, si, pero no se si le conviene mucho pegar al rey jejeje.
orthos62 ha dicho que…
ejjeej si se desata la violencia y no mira que es el Rey este la lia parad, jajajaaj aunque se va a arrepentir, seguro.
un besote

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