Isemay- Parte 24.4 MUERTO



¿Traición? Llamar traición a lo que les habían hecho era poco, maldita sea, ellos estaban enamorados, y primero sus padres y luego el rey, Isemay jamás le perdonaría, él lo sabía, puede que a Uwuain llegara a perdonarle, pero él no la había tenido la noche antes de desaparecer en sus brazos, para luego abandonarla de madrugada y mandar a un oficial a decirla que su esposo había fallecido en una incursión en el bosque y con él, su hermano y muchos de los hombres que ella había llegado a querer como a su propia familia.
-                             ¿Y ahora que?- había expresado en voz alta sus pensamientos Uwuain y volvió a despertarle de su letargo.
-                             Ahora tengo que convencerla de que no puede llevarse a mi hijo lejos de aquí- contestó Osmar.
-                             ¿Crees que estará dispuesta a escucharnos?
-                             Claro que no ¡Maldita sea! ¡La he abandonado!
-                             No te fustigues, te recuerdo que yo también me fui.
-                             Y no creas que ella te lo va a poner fácil- dijo mientras seguía caminando.
El dúo avanzaba por el pasillo camino a la proa. Seguramente era el único lugar desde el que la verían subir al barco de su prometido. Y era cierto, al asomarse a la balaustrada, la pudieron ver perfectamente entre el gentío. Ella era inconfundible, con su traje blanco en medio de tanta suciedad, sujetaba con una mano el sombrero negro que adornaba su cabeza, manteniendo el cabello recogido en su sitio. Con la otra mano, se tapaba los ojos, para que el sol no distorsionara su visión y miraba hacia lo alto de la rampa, por donde descendía su prometido.
Llegó hasta ella y como en un gesto inconsciente, ella bajo la mano para cubrirse el vientre, donde albergaba a su hijo. Osmar sonrió, al menos ella siempre tendría eso de él, aunque no le quisiera, y Lord Wilde tendría que vivir con la presencia del niño toda su vida. Isemay podía haber cedido en ciertos aspectos de su vida, para tener una seguridad económica, cuando todo el mundo la había traicionado, pero no renunciaría jamás a su hijo, aunque ya no amara al padre.
El hombre la miró enfadado, y Osmar tuvo ganas de arrancarle la cabeza a golpes. Al parecer ella llegaba tarde a la cita. Sin preámbulos, la colocó la mano en la espalda y la empujó por la rampa hacia arriba, donde más escoltas les esperaban. Se acercó para decirla algo al oído, y ella volvió a tocarse el vientre mientras se agarraba a la baranda para ayudarse a subir por la alta rampa.
-                             No piensa ayudarla- oyó detrás de si a Patrick- ese mal nacido.
-                             Ella se las arreglará bien con él- susurró Uwuain más para sí mismo que para los presentes.
-                             Aún así sigue siendo un mal nacido- volvió a repetir su hombre de confianza.
            -              De eso no hay ninguna duda.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Yo creo que sería buen momento de darle un paseo por el polvo, sí, sí.

apuesto por el lo profe.
Lembranza ha dicho que…
Este capitulo esta pero que muy interesante. Un abrazo
Tamara ha dicho que…
Jajajaja, por la borda que va, ya verás...
Tamara ha dicho que…
Me alegro de que te guste... Esperemos que los demás te parezcan igual jejeje. Un besazo.

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