Isemay- Parte 24.6 MUERTO
La reunión con Wilde, había durado más de lo esperado, e Isemay se encontraba delante de un montón de papeles en el camarote de su prometido, con un dolor de cabeza terrible y sin haber probado bocado desde la noche anterior.
- ¿Podíamos terminar de hablar esto mañana?- le preguntó por enésima vez a su prometido.
- Quiero los papeles firmados cuanto antes.
- Estoy cansada- se quejó para ver si así conseguía algo.
- En un rato habremos acabado, y podrás permanecer en el camarote el resto del viaje.
Cuando la reunión acabó dos horas más tarde, e Isemay, consiguió llegar a sus aposentos, estaba agotada, los pies hinchados a causa del embarazo la dolían horrores, y acababa de firmar la entrega de sus propiedades en Sabell a Lord Wilde, se tocó el vientre, deseando que su hijo jamás le reprochara lo que estaba haciendo por él, al fin y al cabo, sería el único heredero que Wilde y ella tendrían.
- Pero tu apellido es Halk hijo- le habló entre susurros mientras se tumbaba en la cama.
Esa noche no cenó, había estado esperando la cena, pero se había quedado dormida antes de probar bocado, y aunque Tricia había ido a buscarla, ella no había salido de la cama.
“Su cuerpo estaba sobre el de ella, esperando poder poseerla, pero no tenía prisa, la adoró, tocó todo su cuerpo y recorrió con calma cada centímetro de su piel. A sus expertas manos siguió su lengua, prometiéndola un placer no experimentado hasta ahora.
- Te amo Isemay, recuérdalo siempre- la susurró entre las sábanas.”
A la mañana siguiente, cuando abrió los ojos, tenía todo el cuerpo dolorido, observó las sábanas, estaban húmedas de tanto llorar y los ojos la escocían a causa de las pequeñas manchas rojas que tenía alrededor de sus ojos.
Llevaban meses durmiendo juntos, cuando decidió entregarse a él, y casi un año y medio de amor incondicional. Osmar tenía razón, había vuelto a enamorarla, con sus atenciones, sus miradas, sus gestos de protección. La reclamó como suya, en cuerpo y alma. El recuerdo era tan nítido.
Comentarios
No sería lo mismo si fuésemos ordenadores, formateamos y ya está.
Un abrazo
Besote