Isemay- Parte 27.1 MUERTO



Capítulo 27


El cuerpo de su esposa se movía de un lado al otro de la cama cuando espasmos de dolor cruzaban por su cara, hacía más de un día que estaba de parto, Tricia se lo había dicho. Pero el bebe era prematuro, y en el agua y con la cantidad de heridos durante la refriega ella tenía muchas posibilidades de coger una infección. No había médicos para atenderla, no habían pensado en esa posibilidad cuando fueron en su busca.
-                             No hay nada que hacer- le había dicho esa mañana Tricia- solo esperar.
Isemay cerró los ojos con fuerza y apretó la mano que le tendía su marido para aguantar el dolor que parecía romperla en dos. Aún quedaba bastante para que diera a luz al pequeño. Osmar la miró, consciente de que su esposa le había tendido una tregua porque se encontraba mal, pero luego, no quería pensar en lo que vendría después.
Su cuerpo pareció relajarse por un momento, y la mano que agarraba la de su esposo suavizó su agarre. Abrió los ojos miró a Tricia como si pidiera clemencia, y maldijo entre dientes el dolor que la volvía. Como si Osmar fuera el único capaz de ayudarla en ese momento, buscó su mano a tientas y él se la tendió de nuevo.
Su cuerpo se relajó otra vez, para después volver a contraerse, la sujetó la mano con más fuerza queriendo entregarle toda de la que él disponía en ese momento. A penas le habían curado las heridas, pues cuando ella se desvaneció en sus brazos para recobrar el conocimiento instantes después, supo por su expresión que estaba de parto.
-                             Ya queda menos, mi amor- la animo mientras la colocaba un pañuelo húmedo sobre la frente.
-                             No seas mentiroso- le contestó dolorida.
-                             Pronto pasará- sonrió sabiendo que aún quedaba mucho para finalizar.
Ella pareció relajarse el tiempo suficiente para coger aire de nuevo mientras otro dolor la atenazaba. Sin poder reprimir esta vez el gemido de dolor que broto de su garganta, intentó morderse los labios para hacerse callar, pero no pudo.
-                             No me hagas esto- suplicó Osmar a sus dioses- no me entregues un hijo para quitármela a ella, así no lo quiero.
Las contracciones parecieron remitir a media tarde, como si en vez de avanzar, todo fuera marcha atrás, y el sueño y el cansancio la pudieron, provocando que cerrara los ojos y cayera en un profundo sueño. Estaba dolorida, pero su esposo la masajeaba el abdomen y cambiaba las compresas ya calientes sobre su frente, por otras empapadas en agua fría.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Na, está dando mucho ruido al nacer. Es niña :)
sabores compartidos ha dicho que…
Como está Osmar eh? le honra pedir el no tener un hijo si algo le pasara a Isemay, aunque suene duro. Y esa forma de cuidarla.... jeje se ve que la quiere de veras.
Venga vamos a ver como va el parto.
un besote cuidate
Tamara ha dicho que…
Jajajaja, Dany, ¿Es qué las niñas hacemos más ruido? ¿Será que viste nacer a muchas? jajajaja. Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Sabores, la verdad es que pensándolo bien, hijos puede tener más, mujeres a las que se ama, pocas...

Un besazo.

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