Isemay- Parte 27.3 MUERTO



-                             Debes empujar- la indicó- sé que estas agotada, pero al siguiente dolor empuja fuerte.
-                             Mi bebe quiere salir de mi, y yo voy a ayudarle- consiguió decir antes de comenzar a empujar al notar el dolor.
Sus piernas se separaron, y apoyó con fuerza los pies sobre la cama flexionando las rodillas, agarró la mano de Osmar, y grito mientras empujaba con todas sus fuerzas. Algo pareció rasgarla, pero no la importaba, iba a ayudar a su hijo a nacer, costara lo que costase.
-                             Estoy aquí, contigo- la dijo besándola en la mano cuando sintió que ella volvía a empujar.
-                             Voy a darte un hijo- murmuro ella entre dientes a la vez que apretaba.
-                             No hables, guarda fuerzas- oyó que la decía Tricia.
-                             Me vas a dar un hijo- repitió Osmar mientras la besaba en la frente y ella apretaba de nuevo su mano ante otro dolor.
Dos empujones más e Isemay sintió un gran alivió dentro de ella, al parecer la cabeza de su hijo ya estaba fuera, pero ella no tenía ganas de oír más que su llanto, necesitaba saber que estaba bien, sano y salvo. Otro dolor, y en ese empujón su bebe salió por completo. Después como si de repente la paz se hubiera apoderado de ella. Se dejó caer sobre la cama.
Y respiró.
-                             Es un varón- oyó que Tricia decía de fondo, mientras su hijo proclamaba con su llanto la venida al mundo.
-                             ¿Esta bien?- preguntó la somnolienta madre, sin a penas poder abrir los ojos.
-                             Perfectamente- contestó Osmar sin apartar los ojos de la pequeña criatura que la mujer tenía entre sus brazos.
-                             Lo sacaré para que descanses- indicó a la madre- ahora intenta dormir un poco, enseguida regreso para asearte.
-                             No, dame mi bebe- pidió con demasiado énfasis- quiero ver que esta bien- comenzó a sollozar a causa de la felicidad.
-                             Creo que os dejaré solos- sonrió entregándole el niño que se amoldó a los brazos de su madre perfectamente- mantenerlo tapado, necesita coger calor.
Osmar se sentó al otro lado de su mujer, donde se encontraba su hijo acomodado entre sus brazos. Su esposa le miraba, como si fuera el mejor regalo que pudieran haberla dado. Sonrió, y beso la cabecita de su pequeño.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Anda leche, pues que repitan la jugada que yo quiero una niña.

Enga, aspira, inspira.......
orthos62 ha dicho que…
Pues eso pensaba yo pero bueno ha sido un cabezon, otro pa dar guantazos ejejje
un besote niña
Tamara ha dicho que…
Jajajaja, Dany, seguro que Osmar te haría caso, pero Isemay, aprece un poco molesta jejejeje.

Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Orthos, nunca mejor dicho, otro para dar guantazos jajajaja.

Un besazo.

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