Isemay- Parte 30.4 MUERTO
Seguía abatido y sin obtener la respuesta que su mente buscaba, ¿Cómo arreglar la situación con su esposa? Podía recurrir a Olaft, si la hacía sentir culpable por el niño sabiendo que ella pondría su bienestar por delante de todo, volverían a estar juntos, pero no era ese tipo de matrimonio lo que quería, ¿Por qué no podía recuperar el tiempo que fueron felices juntos?
- No piensas ir a saludar a tu hijo- oyó la voz de la mujer de sus pensamientos tras él.
- Pensé que no querías verme- la contestó sin volverse, no estaba preparado para ver en sus ojos el odio que irradió el día anterior.
- Y no quiero verte, pero tu hijo te necesita- un golpe bajo, había sido ella la que recurrió al sentimentalismo.
- No creo que quiera un padre en este estado- señaló la botella sin ocultarle que estaba borracho.
- Yo tampoco quiero un esposo en ese estado, y menos que mi hijo lo vea- le reprendió- pero ninguno de los dos hemos tenido elección.
¿Le estaba regañando por estar bebiendo? Debía haber ingerido más alcohol del que creía, porque empezaba a imaginarse cosas. Cogió la botella de nuevo y se la llevó a los labios.
- Eres un irresponsable- golpeó ella la botella que cayó al suelo y rodó por el piso derramando su interior.
Si, le estaba regañando, ¿Es que le importaba más de lo que ella había admitido el día anterior? Deseaba mirarla, debería hacerlo, a lo mejor veía en sus ojos otra cosa, aunque lo dudaba, solo era su imaginación, la bebida le nublaba el cerebro, le hacía ver lo que su corazón deseaba.
- Tienes razón, creo que nunca he sido un buen esposo, no se hacerlo, nadie me enseñó.
- Tampoco nadie me dijo como ser madre, pero espero no fallarle a mi hijo como la mía me falló a mí permitiendo que nuestros padres concertaran este matrimonio.
- Durante un tiempo me arrepentí Isemay- se levantó para ponerse a su altura- pero ahora no, deseo ser tu esposo, soy feliz de ser tu esposo, y saber que eres la madre de mi hijo.
- Lamentó no poder decir lo mismo.
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