Isemay- Parte 30.6 MUERTO
Isemay creía estar preparada para enfrentarle, pero sabía que había perdido el asalto cuando llegó al camarote. Tricia tenía a su hijo en brazos y levantó la cabeza cuando la oyó llegar. Despacio dejó al pequeño en el canasto y se acercó a ella. Con rabia, Isemay tiró el chal con el que había cubiertos sus brazos en la cubierta, cayó al suelo, cerca de la cama.
- ¿Has comido algo?- la preguntó Tricia cuando la observó sentarse, abatida.
- Vamos a quedarnos aquí, hasta que mi esposo se canse- la indicó.
- Pues me alegro, porque quiero estar con el mío el mayor tiempo posible.
- Puedes quedarte si lo deseas, aunque no entiendo cómo puedes perdonarle después de haberte abandonado.
- ¿De veras piensas que me hubiera ido con él aunque me lo hubiera pedido?- la pregunta sobresaltó a Isemay que la miró fijamente- no te hubiera dejado sola por nada del mundo, y sabía que Osmar jamás te pediría marchar con él, no soy ninguna boba, he sabido que no estaba muerto durante mucho tiempo, te crie niña, y he vivido en Halk desde que te casaste con Osmar, sus leyendas son bien conocidas, jamás los pillarían en una cacería en el bosque.
- Entonces supongo que tú también me has traicionado- la contestó fríamente, aislando el dolor que acababa de sentir.
- No seas tan racional niña, no vas a poder aislar tus sentimientos toda la vida y es corta. Perdónale y disfruta el tiempo que lo tengas a tu lado.
- Será que no le quiero a mi lado.
- Piensa lo que quieras, pero Osmar es un buen patrón, y un buen hombre, y te quiere, a ti y al niño.
- Es bueno en muchas cosas, pero no lo es como esposo.
- Enséñale entonces.
Tricia se había marchado y la había dejado sola, Isemay no sabía si estaba molesta con ella o no, sus sentimientos parecían cambiar constantemente. Arropó a su hijo en una de sus mantas y lo cogió en brazos, tenía que comer algo, de lo contrario iba a enfermar, y Olaft la necesitaba, además, no quería que su esposo hiciera de buen samaritano y la cuidara mientras estuviera en cama. Prefería no tener ningún contacto con él fuera de lo estrictamente necesario.
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Al final veo a Isemay ligándose a todo Dios y a Osmar penando por ella.
Pero bueno, la vida es así.
Saludos..