Isemay- Parte 31.5 MUERTO

Y aunque ella no parecía notar lo que su vestido revelaba, sus hombres estaban más que complacidos de poder mostrarla los secretos del barco, como navegarlo, sus defensas y suministros, todos complacientes, sonriendo con cara de bobos mientras esperaban que ella les devolviera la sonrisa. Y maldita sea, claro que se la devolvía, como si entre ellos horas antes no hubiera pasado nada.

-                             ¿Qué significa esto?- dijo señalando a los hombres que la rodeaban- no se supone que sabían que era mía- gruñó a su amigo.

¿Es que la actitud de antes no había significado lo mismo para ella que para él? Estaba molesto con el mundo, con ella, con sus hombres, con la situación, y de nuevo tenía los instintos asesinos a flor de piel. Había sido entrenado para matar, y ese era su objetivo cuando pertenecía a las tropas del rey. En esos momentos sentía que nada había cambiado, el pulso de su cuello estaba disparado, su ritmo cardiaco también, la respiración agitada, el sudor bajando por su frente, y todo por ella. Isemay sacaba de él, lo mejor y lo peor, hasta el punto en que a veces no distinguía lo que estaba bien o mal.

-                             Tranquilo hombre- pareció que escuchaba a su amigo.

Amenazante, dio un paso hasta sus hombres, su hijo se removió entre sus brazos al notar la agitación.

-                             Te dije que se lo advirtieras- se volvió hacia su amigo que iba detrás de él y aún no había visto la escena.

-                             Déjales divertirse un rato- cogió a Olaft en brazos al ver que Osmar lo apretaba demasiado por la rabia- no están haciendo nada malo.

-                             No pueden divertirse con mi esposa, ¡Es que esta panda de salidos no respeta nada!- comenzó a andar hacia ellos pero Thorpe apareció para salvarle de hacer el ridículo.