Isemay- Parte 33.11 MUERTO

-                            ¿Me amas?- le preguntó mientras las lágrimas hacían que la ceniza de su cara dejará surcos negros.
-                            Siempre, te lo prometo- la tomó el rostro entre sus manos- pero esta vez no pienso dejarte atrás. Quiero estar contigo, y vamos a salir de aquí- tiró de ella detrás de otra pared para esconderse de la vista de los que rodeaban la casa por el lado contrario.
-                            Voy a estar contigo, vamos, los dos- corrigió refiriéndose a su hijo.
-                            Lo sé- dijo secándola las lágrimas- y te prometo que va a ser así. Ahora dime, ¿llevas algo que te identifique?- la preguntó- aunque no se vea.
-                            No llevó colores en mi ropa- titubeó- pero Olaft, él…
-                            Esta bien, ven conmigo- su esposo tiró de ella hasta estar fuera de la vista de todos- desnúdale- la indicó mientras él se quitaba el fajín con sus colores.
-                            Pero…
-                            Le arroparemos con mi camiseta, no podemos dejar que nos reconozcan- al ver que ella no se movía tiró de la sábana donde llevaba metido al niño y le desnudo tirando la ropa al suelo- quítasela ahora- la ordenó.
Ella había obedecido, y sin mucho miramiento su esposo la había tirado su camisa para que envolviera al niño en ella. Después volvió a atársele alrededor.
-                            Ahora sígueme, vamos a internarnos en el bosque, tu hermano tiene que estar cerca, seguramente nos este buscando.
Mientras avanzaban entre los árboles, con la maleza rozándole las piernas desnudas bajo la falda de su vestido, y las ramas altas le arañaban su cara. Aseguró a su hijo con su mano libre, apretándole más contra ella. Había dejado de llorar, calmado por el movimiento de su madre y la mano que le acariciaba la espalda.

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