Isemay- Parte 36.2 EXILIADO
Regresar a Sabell fue lo más doloroso que había hecho en su vida, cuando Reynald fue a buscarla, ni siquiera pudo hablar, solo le abrazó llorando contra su pecho y pidiéndole que la llevara de vuelta a casa, y él así lo había hecho. Isobair la esperaba en Halk, y desde entonces ambos la habían cuidado. Un mensaje al monarca diciéndole que se encontraba bien y que quería la anulación de su matrimonio fue suficiente para saber que su esposo y su hermano se encontraban encerrados.
Al final, de lo que Osmar tanto había huido se había hecho realidad. La sentencia era la horca, y ella lloró amargamente en silencio durante días. Sabía la solución, pero no estaba dispuesta a arriesgarlo todo por salvarles de nuevo, ellos que tan poco la habían querido.
Pero Osmar era el padre de su hijo, y ella no podría vivir con la muerte de él sobre su cabeza, ni en su conciencia. Así que, escribió a su rey, y ofreció sus tierras a cambio de la libertad de su hermano y su esposo, y el trato fue aceptado por el monarca del estado vecino, a cambio de salvar la vida de dos de sus mejores hombres, le pidió al rey que los sacara del país, jamás debían saber de ella. Su hijo viviría sin tierras, pero al menos su padre y su tío seguirían vivos.
Comentarios
Seguro que Osmar y su hermano habrían hecho lo mismo.
un besote
Y hay otra cosa buena en mi opinión: ese tono de leyenda antigua que se desprende de la narración.
Besos.