Isemay- Parte 36.4 EXILIADO
- ¿Podemos ofrecerle algo para beber, majestad?- interrumpió Reynald apoyando la mano en el hombro de su prima para que se calmara.
- No he venido a beber nada, me gustaría ver a mi sobrino, quiero conocerle.
- Está durmiendo- indicó Isemay.
- Ambos sabemos que eso no es cierto, llevas negando que le vea mucho tiempo, te pedí que fueras a la corte con él.
- Está durmiendo, es lo que hacen los niños- volvió a repetir categóricamente.
- Este niño, está a punto de cumplir dos años. ¿Pregunta por su padre?
- Llama padre a Reynald, y ya que el suyo, murió, no voy a explicarle eso a un niño de dos año, majestad, y tampoco espero que nadie se lo explique, vive feliz, está sano y fuerte, como a Osmar le hubiera gustado, Reynald y yo le cuidamos y adoramos.
- No le mientas así Isemay, no te hará bien mentir a tu hijo. Osmar, es mi primo, y sigue muy vivo te lo aseguro, recibo correspondencia de él cada mes, y aunque nosotros no podemos comunicarnos con él, suelo dejarle indicaciones a los barcos que salen desde palacio en el caso de que le vean, no me gustaría hacerle saber lo que está ocurriendo, soy familia de tu hijo, soy tu familia- dijo agarrándola de las manos- no nos des la espalda, siempre te he ayudado.
- Creo que os dejaré para que habléis- indicó Reynald alejándose de ellos, mientras iba a servir una bebida para él.
- No voy a causar dolor a mi hijo diciéndole que su padre es una persona con pena de horca, espero que lo entienda majestad- dijo Isemay enfurecida.
- Y yo no voy a mentir a mi sobrino- se enfadó por su parte el rey- diciéndole que no lo es, porque te recuerdo que si haces que Reynald se haga pasar por su padre, no estará emparentado conmigo.
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