La princesa 11
El caballero se quedó intrigado con esta respuesta y se acercó a la aparición, alargó una mano y le tocó la mejilla. Creía que atravesaría el aire pero no, era sólida y estaba caliente, ahora más, con su toque.
- ¿Qué eres tú?- Balbuceó él.
La chica le cogió la mano entre las dos suyas, unas manos calientes, pequeñas pero fuertes.
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