Isemay 39.5


            
-                            Si no hubiera hecho que me marchara, mi hijo estaría ahora entre mis brazos.
-                            Si, seguramente, pero, ¿Dónde estaría mi hermana? Odiándote, y lo sabes bien, ¿Hubieras podido soportar eso? Porque en estos años no has pensado en Olaft más de los que has pensado en Halk, sin embargo, Isemay no ha salido de tus pensamientos.
-                            Tal vez ya no vuelva a ellos. Voy a volver a tener el cariño de mi hijo, y ¡Maldita sea si ella se interpone de nuevo!
-                            Estas cogiendo el camino equivocado, y lo sabes, con tu rencor no harás que ella vuelva ni que te perdone, lograrás que otro la ame, como tú no supiste hacerlo, ¿Y luego qué? Llorarás por que la perdiste cuando ya no exista marcha atrás en todo esto. Sino la quieres, entonces déjala libre.
-                            Escúchame bien- se volvió a mirarle furioso ante tal sugerencia- jamás, se irá de mi lado, puede odiarme, maldecirme, incluso desear mi muerte, pero es mi mujer, y conmigo se quedará.
-                            Entonces deja de culparla, lleva dos años bajo la protección de mí primo, es lógico que Olaft se sienta seguro, es un niño, no puedes culparle por dar su afecto a nadie, no te conoce, y en cuanto a mi hermana, decide bien que quieres, amigo, porque no voy a ponerme en tu contra, pero no permitiré que ella sufra más.
-                            ¿Qué sugieres? ¿Cómo voy a ganarme a mi hijo, si él prefiere estar con tu primo? Es imposible romper un amor que ha durado toda su vida, y lo sabes.
-                            Eso no lo sabes, da una oportunidad al niño, si se parece a su padre, será igual de cabezota.
-                            No piensa separarse de tu hermana- dijo por fin, mostrando sus verdaderos pensamientos.
-                            Isemay dejará que el niño pase tiempo contigo, ese fue el trato con el rey, ella no se interpondrá en que estés con tu hijo.
-                            Es eso lo que me preocupa, tengo quince días para pedirla perdón, y ella solo me va a dejar ver al niño.
-                            No entiendo que quieres decir.
-                            Tu primo, no la dejará en ningún momento. Yo tampoco lo haría si estuviera en su lugar.
-                            Tal vez el rey nos ayude en ese sentido también. No tengas a Reynald como un enemigo.
-                            El rey no intercederá en esto, no lo hará, se lo prometió, ni siquiera quería obligarla a venir aquí con el niño, si ella ha venido es porque no puede separarse de él, y lo sabes.
-                            ¿Estas celoso de tu hijo?- pregunto cauteloso.
-                            Por supuesto que no, ¡Maldita sea! Que Isemay se preocupe por el niño es lo que yo deseo en mi mujer, pero no hay una parte de amor en ella, no ha venido por mí, está aquí por Olaft, no se fiaba de que se lo devolviéramos.
-                            Eso no puedes…

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Ah, que no me enteré bien, ella está allí también.

Cuidadín...... pueden volar sartenes...

Muas
Arte de enseñar ha dicho que…
Jajajaja, a Isemay la gusta estar en todos lados.

Un besazo Dany.

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