Isemay- Parte 38.3 EXILIADO
Una hora después, Isemay sostenía a Olaf entre sus brazos mientras abandonaban la propiedad que durante dos años la había protegido del dolor, la soledad, la amargura y la rabia del abandono de su esposo. Miró a su primo, que sentado sobre un caballo, acompañaba el carruaje del lado de su ventanilla, él la devolvió la sonrisa, como si supiera en todo momento que pensaba y que no era feliz de tener que abandonar su casa.
- Ya te he dicho esta mañana que vamos a regresar verdad, no te preocupes más, os traeré de vuelta a ambos.
- Reynald, si pasa algo, prométeme que sacarás a Olaft de allí, tráele de vuelta a su casa de acuerdo, no quiero que Osmar se haga cargo de él, no quiero la vida de mi hijo en peligro por nada del mundo.
- Él le protegería con su vida, y lo sabes- la tocó la mejilla secando una de las lágrimas que empezaban a derramarse a causa del dolor que ya volvía- si de verdad quieres superar esto y volver a casa, tendrás que ser fuerte.
- Voy a pedirle la anulación del matrimonio, y regresaré a casa.
- Sabes que el rey…
- Mi esposo me la dará, me la debe.
Isemay sabía cuánto perturbaba a Reynald su dolor, durante dos años no solo había sido su pariente, sino también su amigo, su protector, ella deseaba poder amarle, no era tan raro casarse con un pariente y más si era lejano. Ella sabía de los sentimientos de Reynald, lo había sabido desde siempre y ahora más que nunca deseaba corresponder a ese amor. Pero no podía hacerlo si Osmar no la dejaba libre, porque no engañaría ni enredaría a Reynald en su juego, no cuando conocía a su esposo, el halcón negro se vengaría de todo aquel que no hiciera lo que él pedía, y Reynald se interpondría en sus planes si ella decidía buscar el modo de amarle.
Comentarios
otro besote más
O le dará otro hijo..... Más seguro...
No veo otra forma de acabar un encuentro entre ellos, ese odio... significa algo.