Isemay 40.14


Después de dar de comer al niño y acostarlo a dormir, Isemay se disculpó y comió en un salón privado con Reynald, sabía que no estaba bien lo que hacía, pero quería evitar a su esposo a toda costa y no veía otro modo de hacerlo. Estaba segura de que con ello despertaría habladurías, no es que la corte estuviera en pleno apogeo de visitantes, pero era la residencia de los reyes, siempre había gente allí de visita.
-                            ¿Qué tienes pensado hacer para esta tarde?- La comentó Reynald- el rey me invitó a salir de cacería, la mayoría de los hombres le acompañaremos, no he podido decir que no- Le explicó.
-                            No te preocupes, había pensado leer un rato, Osmar se llevará a Olaft a dar un paseo, y lo traerá de vuelta para la merienda, así que tendré bastante tiempo para estar sola.
-                            ¿Es lo que quieres? ¿Estar sola?- La preguntó Reynald- llevamos toda la mañana cogiendo flores, que has olvidado en el salón principal antes de subir a tu alcoba, fuimos a buscar un libro exacto a la biblioteca y lo dejaste sobre la mesa antes de salir de allí, ¿Qué te ocurre?
-                            Estoy preocupada por otras cosas, le vi esta mañana, hablé con él, y…
-                            Y los sentimientos no han desaparecido, ¿No es cierto?
-                            Estoy más decidida que nunca a obtener la nulidad, sé que no me crees cuando te lo digo pero voy a olvidarme de él, no quiero amarle, no quiero.
-                            Hay veces, que no elegimos a quien amar, yo mismo me equivoqué en mis sentimientos contigo muchas veces, y lo sabes.
-                            Reynald creo que no es apropiado que hablemos de ello- sugirió Isemay incómoda.
-                            El motivo es que creo que en cierta medida tú crees que sigo confuso por esos sentimientos, ya decidí, llevamos dos años viviendo juntos, día a día hemos convivido, reído, llorado juntos- guardó silencio al ver que ella bajaba la vista temerosa de sus próximas palabras- Hablé con Osmar, le explique mis sentimientos hacia ti.
-                            ¡Maldita sea Reynald!- se levantó ella temiendo lo que su esposo pudiera hacer ahora.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Y aún tiene la nariz en su sitio el Reynald? mira que el Osmar se está volviendo un poco........... filantrópico?

Saludos
orthos62 ha dicho que…
Bueno al menos no se liaron a mamporros, jajaj
Yo creo que se la nota mucho y algo surgirá que ablandará su actitud, o no? ejej
un besote más
Tamara ha dicho que…
Dany, poco le queda para tener la nariz en su sitio a Reynald jejejeje, lo mismo cuando menos se lo piense le hace un piercing o algo jejejeje.

Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Orthos que son buena gente en el fondo, Osmar es un poco brutote, pero creo que Reynald esta de su parte, o al menos debería estarlo.

Un besazo.

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