Isemay 40.7
Olaft abrió los ojos y miró a su madre, parpadeó varias veces pero cuando
la reconoció sonrió por verla tan cerca.
-
Buenos días, mi príncipe, es hora de levantarse- le
sonrió a su vez, volviendo a besarle en la mejilla mientras le hacía cosquillas
con la mano en la barriga.
Como impulsado con resortes, Olaft empujó las sábanas hacia atrás y salió
disparado de la cama. Isemay apenas pudo cogerle antes de que se cayera a la
bañera. La doncella le bañó mientras Isemay se cepillaba el pelo delante del
espejo, y una vez estuvo listo, dio la mano a su madre para salir de la
habitación.
-
Pórtate bien- le recordó Isemay mientras abría la
puerta sin soltarle de la mano.
-
Buenos días, mi lady- saludó Thorpe.
Pero el susto casi hizo que Isemay le cerrara de nuevo la puerta en las
narices, mirando en dirección al pasillo, apretó la mano de su hijo con fuerza
para que no saliera corriendo por este.
-
¿Qué haces aquí?- Consiguió articular por fín- No
esperaba visitas tan temprano.
-
Cumplo órdenes, estuve aquí toda la noche.
-
¿Tienes que vigilarme? – le pregunto atónita.
-
Protegerte más bien, me aseguraba de que nadie entrara
a sus aposentos, mientras dormíais.
-
¿De quién son esas órdenes? ¿Estás al servició del rey?
-
No, mi lady, todavía trabajo para su esposo.
-
Entonces puedes retirarte- le pidió antes de volver a
sujetar a Olaft de la mano y mirarle enfadada para que se estuviera quieto-
Bajaré a desayunar con mi hijo a la sala, dile a Lord Osmar que podrá verle
después- le indicó- mi doncella lo llevará al cuarto que el rey le destine.
-
¡Vamos mamá!- Tironeó de ella Olaft con energía para
que siguiera andando.
-
No he venido a por el señorito Olaft, supongo que Lord
Osmar no esperaba que el niño se levantara tan temprano, estoy aquí para que no
os ocurra nada.
-
Te escuche, y te repito que puedes retirarte- dijo
enfadándose.
-
No me es posible, mis órdenes son que la acompañe a
todas partes.
-
Mamá, tengo hambre- se quejó Olaft antes de que pudiera
volver a protestar.
-
Dile a tu jefe, que no quiero a sus hombres cerca de
mí.
-
Estoy seguro de que, Lord Osmar, protege a su hijo.
-
Pues que lo haga a la distancia- instó enfurecida antes
de echar a andar por el pasillo en dirección a la planta baja.
Comentarios
Saludos profe.
Si la das una buena estaca gana ella sola una guerra, jeje
beeeesssooottteee
Un besazo.