Isemay 42.1





Capítulo 42


El atardecer llegó, tenía que partir y lo sabía, era la manera de poner fín a todo ese dolor acumulado, terminó de hacer los baúles con su equipaje, antes de bajar al jardín para ver que estaba haciendo su hijo.
Osmar y Olaft jugaban tirados por el césped, las hijas del rey los acompañaban. Reynald se encontraba con ellos, muy cerca, al otro lado de una pequeña fuente, riendo con las ocurrencias de una de las invitadas del rey, que estaba demasiado entretenida en coquetear con él, como para darse cuenta de que muchas personas les observaban, seguramente reprochándole su conducta.
Sonrió ante aquel pensamiento, ¿En qué momento de su vida ella había estado tan ocupada como para olvidarse de lo que ocurría a su alrededor?
-                            Tal vez, llegue a ser feliz- dijo Isemay en alto.
-                            Lo serás- oyó a su hermano hablando detrás de ella.
-                            No me refería a mí- dijo sin volverse para saber quién se acercaba, conocía la voz de su hermano a la perfección.
-                            Lo sé, Reynald se merece una familia, una que no pertenezca a otro hombre, debe ser duro querer algo que jamás podrás tener
-                            Reynald no me amó nunca, él lo comprendió hace tiempo, erais los demás los que lo hacíais protegerme de esa manera, es un buen hombre, se merece lo mejor.
-                            Y lo tendrá, Daisy- dijo refiriéndose a la joven con la que se encontraba- Es una buena muchacha, un poco joven y alocada, pero bella por dentro y por fuera.

Comentarios

sabores compartidos ha dicho que…
Bueno está claro que uno tiene que tirar por donde mas agusto esté y donde menos problemas tenga, a priori, asi que Reynald hace bien en hacer su vida con Daisy.
besotessssssssss
Tamara ha dicho que…
Sabores, una verdad muy grande, pero a veces el amor, da problemas y no por ello hay que rendirse.

un besazo.

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