Isemay 43.5



Después de dos meses de convalecencia, Osmar esperaba de pie frente al altar a su esposa, se encontraba muy nervioso, al fin y al cabo, era la primera vez que él aparecía en su boda.
-                            ¿Estás nervioso?- habló el rey a su lado- no es como la primera vez, ella será tu esposa diga lo que diga.
-                            No sé qué vida nos espera- le confesó al rey- es el destino lo que me asusta.
-                            Sea cual sea- le tocó el hombro- no hagas que tu esposa deje se sonreír nunca.
-                            Eso jamás- prometió.
Ambos habían recuperado sus tierras, y ahora podrían ser felices para siempre. La vio entrar agarrada del brazo de su hermano, parecía mentira que las cosas hubieran terminado de este modo, ahora su esposa aparecía sonriente, habían conseguido darle toda la felicidad que tiempo atrás la habían negado.
Él,  el halcón negro, con sus leyendas, sus historias, había conseguido tener más de lo que hubiera podido pedirle a la vida.
Ahora, una de sus leyendas más escuchadas y contadas por los aldeanos era aquella en que el halcón negro logró vencer a la muerte, siendo arrancado de sus garras por la fuerza y el amor de su esposa.


Bueno, y aprovecho para daros las gracias a todos los que habéis seguido a Isemay, a mi lado, capítulo a capítulo, me han encantado vuestros comentarios, cuando a veces me hacíais pensar el cambiar la historia.

Un besazo a todos, cuidaros mucho, dentro de unos meses comenzaré a publicar otro, para eso en un principio se creó el blog.

Os dejaré Isemay en formato pdf para que podáis descargarlo, por si habéis perdido algún capítulo, o simplemente por si queréis releerlo, o pasárselo a alguien, para mí es un placer.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Chapó. Sí señorita, pedazo libro te has marcado.
Me enganchó hace tal vez más de un año y no me he desenganchado aún, ahora lo leeré de un tirón ya entero.

Muchísimas gracias por tu trabajo y enhorabuena, eres una escritora genial.

Abrazo.
Tamara ha dicho que…
Muchísimas gracias Dany, por estar siempre ahí... Me ha encantado tenerte como lector, y ha sido todo un placer leer tus comentarios.

Un besazo.

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