Una nueva vida- Capítulo 5.2


— ¿Por qué no me dejas que averigüe nada de tu vida anterior?- cambió de tema

— Averigua lo que quieras, intúyelo si quieres, pero yo no te voy a ayudar

— ¿Te avergüenzas de tu pasado? – la preguntó- yo te he contado…

— No, me avergüenzo de mi presente- le interrumpió

— No tienes porque, has sabido salir adelante con muy poco

— No opines de cosas que no sabes, no sabes nada de mi pasado, a lo mejor era prostituta- rió- o podía ser una ladrona, o mala persona y por eso estoy aquí...

— No lo creo, me da la sensación de que te escapaste de tu hogar, pero que no hiciste nada malo

— Es una cosa que nunca sabrás- le contestó, pero tenía en el fondo ganas de que él supiera que la abandonaron, primero sus padres y después su abuela. Y que al parecer la vida no estaba de su lado.

— ¿Por qué? Perdona que te insista pero es que no puedo creer que sea tan difícil hablar de algo que forma parte de tu vida

— Porque es mío, es mi intimidad, mi privacidad, sé que las mujeres ahora tienen unas normas que han de cumplir, pero yo no, — no hay normas para mí y me gusta estar así, no quiero normas, quiero ser libre 

— Yo no te iba a encarcelar, pienso que las mujeres deberíais tener más libertad, más vida propia y no deberían existir los matrimonios concertados, deberíais tener libertad para poder elegir con quien queréis casaros, deberíais casaros por amor, igual que nosotros. 

— Estoy de acuerdo contigo, pero a mí nadie me podrá concertar ya un matrimonio, soy libre, tan libre como los pájaros, tan libre como el viento que va donde quiere...y no creo en el amor, y tampoco creo que los hombres se enamoren, siempre os casáis por dinero, el amor es para los pobres 

— Duerme princesa, necesitaras descansar, mañana partiremos temprano- la interrumpió antes de comenzar una discusión con ella, cuando opinaba cosas muy parecidas a las suyas 

— Todavía no he dicho si te acompañaré- le sonrió, aunque ella sabía que lo haría 

— Lo harás- la beso en la mejilla y se dio media vuelta apoyando su espalda en la fría pared de piedra 

Ambos se quedaron dormidos, Radians durmió bien, pues ya estaba acostumbrada a esas superficies, sin embargo José no paro de moverse en toda la noche, hasta que al final se levantó y se sentó, hacía mucho frío, no podía imaginar lo que habría pasado su princesa al dormir todos los días entre ese frío y esas cuatro paredes, ahora se lamentaba de haber dejado abandonada la hacienda palaciega, si la hubiera cuidado más, ahora no tendrían aquel frío, pero tal vez su princesa no hubiera entrado allí si la hubiera visto menos abandonada.
Y os dejo con la intriga porque aquí termina el siguiente capítulo.

Comentarios

CHARO ha dicho que…
Pues sí que me has dejado intrigada niña......no me queda más remedio que esperar al siguiente capítulo.Besicos
Ana Martínez ha dicho que…
El fragmento de hoy viene fenomenal para el día que es, Tamara. Ya estoy lista para el siguiente capítulo, je je Un abrazo.
J.P. Alexander ha dicho que…
Uy malosa, te mando un beso y te deseo un feliz día dela mujer
Flor ha dicho que…
hola Tamara, apenas empiezo con la lectura, me tengo que poner al corriente, pero te cuento, tu historia engancha, asi que espero el siguiente capitulo.
saludos hermosa!
yessykan ha dicho que…
Me encanta la rebeldía de Radians. Y valla intriga. =)
Un abrazo
Beatriz Bragança ha dicho que…
Hola,Tamara
Um belo capitulo!
O que vira a seguir?!
Devo esperar.
Obrigada.
Beijinho
Beatriz
Unknown ha dicho que…
Me alegra que os este gustando mucho. Un besazo.

Entradas populares de este blog

Tutorial: Word 1

La inteligencia me persigue, pero yo soy más rápida.

Mátate estudiando, y serás un cadáver culto.