Una nueva vida- Capítulo 8.7
— Señoras y señores, escuchen un momento por favor...- les interrumpió la voz del capataz y todo el mundo guardo silencio- siempre soy yo quien hace los discursos, pues bien, hoy y como nuestro señor esta aquí y ha venido con su hijo el señorito José, su padre y yo, hemos decidido, que sea él el que de la inauguración a este evento, ya que, debe irse acostumbrando..., señoras y señores, niños y niñas, un aplauso para el señorito José.
— Disculpen- dijo José cuando llego donde estaba el capataz entre aplausos- yo no he preparado nada, para dar la apertura a este evento, así que intentare acordarme de lo que solía decir mi abuela cuando daba la inauguración, en primer lugar deciros que esta celebración siempre la ha inaugurado una mujer, excepto cuando mi abuela comenzó a estar tan mayor que ya no podía resistir estos fuertes calores y mucho menos dar un viaje tan largo hasta la hacienda, así que y siguiendo la tradición, quiero deciros que aunque este año, la inauguración la haga yo, estoy comprometido, con una muchacha bellísima, me casaré en unos meses y... el año que viene, si no ocurre ninguna circunstancia grave, será ella la que este aquí presentando la recogida – todo el mundo aplaudió- mi abuela me explicó desde muy pequeño que se debe encomendar la buena cosecha a los cuatro vientos, pues bien como yo no me sé esto muy bien digo lo siguiente... le encomiendo esta cosecha, para que de buenos resultados, a los vientos del norte...- y sonó una flauta mirando al norte- también a los vientos del sur...- y sonó un cuerno mirando al sur- a los vientos del este- y la flauta volvió a sonar mirando al este- y por supuesto- a los vientos del oeste- y el cuerno sonó de nuevo mirando al oeste- para que estos vientos sean propicios y nos den esta y las demás cosechas que nos quedan por venir, con muy buenos resultados- todo el mundo aplaudió y se dio por abierta la ceremonia
— Mira- de repente Radians vio como Ascra se volvía hacia ella y la señalaba- esa es mi hija- José la observó desde lejos.
— ¿Qué hace trabajando?- le preguntó José a Ascra- yo creía que hoy no trabajaba nadie
— Ya lo sé, es que mi pequeña mañana tiene que ir al médico y quería adelantar trabajo, no quiere que la descuenten nada del sueldo
— ¿Esta enferma?- se preocupó
— No, es una larga historia, ya esta bien.
— De acuerdo- la sonrió- entonces me quedo más tranquilo
Continuará... Y ya se que este capítulo es más largo de lo normal, pero luego os dejaré varios días de descanso, espero que os esté gustando.
Comentarios
Estou a gostar muito.
Mas...como tu consegues alongar a história sem que Radians e o seu amado se encontrem!!!
Será que só vai acontecer no final do livro?!
Vai ser a última cena?!
Fico à espera.
Beijinhos
Beatriz
Besos
besos
unos besotessssssssssss
Y ha visto a Radians desde lejos... desde demasiado lejos, me temo
Besos