Una nueva vida- Capítulo 9.2
— ¿Dónde vas?- le oyó gritar- yo no voy a hacerte daño.
Radians corrió hasta su casa, estaba desnuda, pero con suerte nadie la vería, su casa estaba cerca y la gente estaría en la fiesta. En efecto, nadie la vio y ella llegó hasta su casa se metió en su cuarto y se tumbó sobre la cama. Pensó y lloró recordando momentos del pasado, hasta que se quedó dormida.
— Hija- la llamó Ascra, entrando en la casa- cielo, han venido a preguntarte si reconoces de quien es esta ropa. Disculpen- les dijo al capataz y a José que entraban detrás de ella en su casa- voy a llamarla, debe estar en su cuarto- cuando entró vio que estaba dormida y la despertó- hija mía, el capataz y el señorito José han venido a que mires unas ropas, las han encontrado en el manantial, por lo visto José pasaba por allí cuando sorprendió a una chica bañándose, el capataz dice que probablemente sean tuyas, ya que la toalla te la regaló él.
— Madre si es mía, pero no puedo salir
— ¿Qué has hecho?
— No he hecho nada, el problema madre es que... José es el chico que me abandonó cuando me dispararon, le vi madre, le vi en el manantial y huí, no quería verle y temía que me hiciera daño, inventa una excusa, diles que me encuentro mal, que estoy mareada, que tuve un corte de digestión... lo que quieras pero no puedo salir, no puede verme.
— De acuerdo, mi hija, pero tú y yo tenemos que hablar, a lo mejor, deberías salir a hablar con él, a lo mejor ni te recuerda.
— Madre, por favor.
— Esta bien.- dijo saliendo del cuarto- Matías, dice que la ropa es suya, pero esta descompuesta, sabes que estuvo trabajando toda la mañana y se la descompuso el cuerpo cuando se tomó un refrigerio muy frío nada más llegar, sabes como es y esta hija mía, no piensa antes de hacer las cosas.
— Esta bien, pero dile a tu hija que quiero verla en mi casa esta tarde, cuando se sienta mejor, aunque ya sea tarde, la mandaré un coche para que la recoja- la aseguró José- como ya he dicho esta mañana me voy a casar y tal vez mi mujer necesite alguna amiga cuando llegué aquí que la ayude a preparar la boda.
— Mi señor, no creo que sea lo correcto- le aseguro Ascra- mi hija no puede coger peso y esta descompuesta.
— Por eso mismo, tal vez la busque un trabajo en la hacienda para que no tenga que coger peso.
— Mi señor, a mi me hace mucha compañía en los cafetales.
— Tranquila, a usted también la buscare trabajo, incluso podría hablar con mi padre para que su marido llevara la administración, me voy a casar y me gusta esto, así que tal vez nos quedemos a vivir aquí. Quiero que mis hijos nazcan en un ambiente limpio, fuera de contaminaciones y que aprendan que el dinero hay que ganárselo.
— Si es así, esta tarde, si se encuentra mejor irá a verle
— Vaya usted también.
— De acuerdo
— Matías vendrá a recogerles con un coche ¿no es así?
— Si por supuesto- contesto Matías
¿Irá? ¿no irá? Os dejaré con la duda durante algunos días.
Comentarios
que tengas una buena semana
besotesssssssssssssss
otro besote
José ha rebatido muy bien todo lo que ha objetado Ascra... está claro que quiere ver a Radians
Pero no creo que Radians acuda... ya veremos ;-)
Besos
Está uma narrativa de primeira categoria!
Parabéns.
Beijinho
Beatriz
Yo creo que si ira!!!
Un beso