Una nueva vida- Capítulo 30

Seguimos con la segunda parte, como ya os dije si el libro estuviera dividido correspondería a eso, pero de momento no he pensado si dividirlo o no.


La noche caía cuando se oyó un grito en el patio, José se despertó de súbito, llevaba tiempo dormido y noto el calor que subía por las paredes, después lo notó mejor y lo afirmó cuando desde el patio, Matías, el capataz, gritaba.
     ¡Fuego!, ¡fuego!
José salio de la habitación y notó que el humo recorría el pasillo, Quitón salía al pasillo de la mano de Nicolás en ese momento y José fue en su busca, los niños tosían, sobre todo Quitón, que además llevaba unos días con problemas de respiración.
     Sácale de casa- le gritó José- vamos, rápido- dijo mientras sus dos hermanos corrían escaleras abajo hacia la puerta
José vió como Matías cogía en brazos a Quitón y lo acompañaba a fuera de la casa, ya estaba más tranquilo sus hermanos estaban fuera. La gente del pueblo que había llegado rápido sacaba agua del pozo para parar el fuego que de momento solo estaba en la mitad de la casa, no había tocado ni el salón ni las dependencias vacías, solo había tocado los dormitorios de la familia y el pasillo por donde se había esparcido.
José vio como Mateo sacaba a Hanna del cuarto, la sacaba en brazos, a lo mejor la ocurría algo, así que en medio del revuelo se acercó.
     ¿Esta bien?-preguntó José observando la cara de su madre que la llevaba hundida en el pecho de Mateo
     Si, esta bien, ¿han salido tus hermanos?
     Si
 Pero José se dio cuenta de que Lorena estaba sola en la habitación y que no la había visto salir de allí, corrió hacia el fondo del pasillo en el que ya costaba respirar debido al humo esperando encontrarla allí y allí estaba en un rincón llorando, la cogió en brazos, corto un trozo de la sabana que cubría la cama y se lo puso tapándole la boca para que el humo no llegara hasta sus pulmones, después con el resto de la sábana la enrolló en ella y la sacó de la habitación, aunque el fuego ya subía por las paredes, José corrió hacía el pasillo y después bajo las escaleras con las lágrimas de su hermana mojándole el hombro.
Entonces José se encontró con Simón que salía de la casa con Irene de la mano, la cual se tapaba la boca con un pañuelo y su hija en brazos, a la cual llevaba enrollada en la toquilla, la niña lloraba, pero parecía que con la fuerza que ejercía su padre sobre la pequeña para protegerla de las llamas la niña estaba calmada, la nana los seguía de cerca, también tapada con una manta y se cubría la boca respirando bajo ella.
Después de esto, los criados también salían de la casa, Flor llevaba de la mano a otra criada más joven y detrás de esta salían hombres de la mano con sus mujeres o sus hijos.

Comentarios

sabores compartidos ha dicho que…
La verdad es que una cosa asi debe ser escalofriante, mejor no pasarlo nunca.
unos besotesssssssssssssss
Unknown ha dicho que…
Otro para ti Orthos. Un besazo.
Ana Martínez ha dicho que…
¡Menuda tragedia! Esperaremos a ver que pasa. Un beso.
Unknown ha dicho que…
Esperemos que nada grave Ana. Un besazo.
J.P. Alexander ha dicho que…
Uy dios, veamos que pasa
yessykan ha dicho que…
Oh no! Valla susto se han llevado. Solo esto le faltaba al pobre José.
Besos
Mela ha dicho que…
Una verdadera catástrofe... creo que este incendio lo ha podido provocar Lidia o su padre
Y me pregunto cuándo José se acordará de Radians
Besos

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