Una nueva vida- Capítulo 30.6

Estaba muy bien acondicionada y seguro que allí descansarían. Entró a una de las tiendas, que estaba próxima al lago y tumbó a Radians en la cama, aunque la había costado llevarla hasta allí, no hubiera soportado que Eduardo la cogiera entre sus brazos, apartó las sabanas de la cama para arroparla ya que estaba mojada y podría coger frío, la gente se quedó fuera de la tienda cuando José entró, pero todavía se oía el murmullo fuera, cuando fue a arroparla con la sábana lo vio, las manos la sangraban, se había quemado, Radians no pronunciaba palabra, solo temblaba y lloraba.

            José se asustó, ¿con que se había quemado?, tal vez el agua había hecho que las manos la sangraran de esa manera, salió fuera y gritó hacia su hermana Irene que corrió a ver que ocurría, cuando Irene la vio las manos se preocupó, todavía no podía entrar a la despensa donde tenían las hierbas medicinales, así que de momento no podían hacer nada más que limpiarle las quemaduras, mientras la limpiaban llegó Ascra que cuando logró encontrar a su hija, la observó las manos.

—    Hay que empezar por enfriar la quemadura.— dijo Ascra.

—    ¿Qué necesita?- preguntó José asustado, Ascra había comenzado a curar a su hija sin preguntar que había ocurrido

—    Agua fría- y pidió a Irene que le trajera agua muy fría. Pocos minutos después Irene llegó con Flor la cual llevaba un cubo de agua, sacada directamente del pozo.

—    ¿Podemos ayudar?- entraron Dolinda y Medina en la habitación 

—     

—    Debemos mantener las manos debajo del agua durante un tiempo- y sumergió las manos de su hija en el agua, Radians grito y sacó las manos del agua mientras sollozaba, entonces Ascra pidió ayuda a José- agárrala las manos, es lo mejor para ella

—    Pero se desmayara- gritó José

—    Haz lo que te digo- José agarró las manos de Radians debajo del agua mientras esta chillaba del dolor e intentaba sacarlas, Irene la sujetaba las piernas y Radians lloraba y gritaba, mientras José la miraba deseando que se pusiera bien lo antes posible.

—    Tranquilízate mi amor- la susurro José- perdóname, lo hago por ti

— Te odio- grito Radians- déjame- gritaba una y otra vez- dejadme en paz- chillaba mientras lloraba y temblaba a la vez

—    Creo que con esta valdrá- finalmente Ascra indicó a José que retirara las manos de su hija del agua y las enrolló mientras esta seguía gritando en un paño grueso empapado en agua fría- necesito ir al pueblo- dijo mientras observaba como su hija gritaba- José, cuando se seque el paño hay que volver a empaparlo con agua fría y aplicarlo de nuevo, y así, hasta que remita el dolor y deje de gritar.- dijo mientras veía como José estaba pálido y la dolía cuando Radians le decía que le odiaba- lo hacemos por ella- le sonrió-  Esto reduce rápidamente el dolor y la formación de ampollas.

—    Se que lo hacemos por ella- la sonrió José tristemente- pero me duele que me odie- dijo amarrándola las manos que seguían enrolladas en el paño

—     Debo ir a casa a por zumo de limón, es un remedio casero que da resultado y muchas veces evita la aparición de ampollas, una vez enfriada la zona, la rociaremos con el zumo de limón.