Una nueva vida- Capítulo 35

La tarde estaba bastante avanzada cuando Eduardo entró en el bosque, estaba preocupado, ni siquiera sabía cuándo había dejado de amar a Radians para enamorarse de esa niña, porque en verdad Lorena era una niña, vale que era una muchacha bastante desarrollada pero con catorce años todavía no podía ser una mujer, Eduardo había confirmado en sus pensamientos y en sus sentimientos que estaba enamorado de Lorena, pero también que nunca la tocaría, ahora su mente le daba vueltas, porque si en verdad Lorena le amaba, querría estar con él y a él le resultaría difícil rechazarla, ya que ambos desearían lo mismo.

Además estaba seguro de que si intentaba estar con ella los separarían y él tampoco quería eso, prefería tenerla cerca y no tocarla que les separaran y no supiera de ella.

La noche ya estaba entrando y Eduardo aún seguía buscando por el bosque, Lorena no había regresado aun, porque él viajaba por el camino principal. Quería encontrarla, no quería que llorara por él.

Al lado de la orilla del manantial vio una silueta acurrucada, Lorena apoyaba la cabeza sobre sus piernas que estaban flexionadas y sollozaba, ya que los temblores se veían hasta desde lejos.

— ¿Qué te pasa?- preguntó Eduardo acercándose a ella por la espalda y sentándose a su lado

— No me ocurre nada, déjame sola por favor- dijo mirando para otro lado para que él no la viera las lágrimas mientras se las secaba con la otra mano

— No tienes porque fingir, ¿es tu amiga?, ¿el chico ese no la corresponde?- preguntó intentando sonsacarle algo

— Ella no se lo ha dicho, solo me lo ha dicho a mi, he comentado algo con mi amiga- sollozó de nuevo- ella me ha dicho que él esta enamorado de otra

— ¿Qué hiciste?

— Fui a hablar con la otra, pero ella me dijo que no le ama, pero que no cree que el chico la ame a ella, que muchos otros hombres le vendrán a mi amiga y que le olvide

— ¿Quién es el chico?

— Yo...bueno... yo no puedo decírtelo

— ¿Le conozco?

— Si, muy bien

— Lorena, perdóname por lo que te voy a decir, venía seguro de decirte algo y de acabar con toda esta locura pero no puedo- la dijo mientras ella le miraba sin entender- se lo que sientes por mi y...

— Y no puede ser

— No, no puede ser pero yo también, bueno que...tienes razón no puede ser

— ¿Por qué?- dijo poniéndose en pie y comenzándose a quitar la camiseta- Radians tiene los pechos más grandes ¿no?- dijo sollozando y comenzándose a desabrochar los pantalones- tiene el trasero más bonito y las piernas más largas- sollozó de nuevo y sus lagrimas caían por la cara

— Basta Lorena- dijo mientras ella lloraba- basta- la repitió abrazándola y los dos cayeron al suelo mientras Eduardo la abrazaba para calmarla- yo...- suspiro- yo también te quiero- y Lorena comenzó a llorar más fuerte

Continuará...