Una nueva vida- Capítulo 37.4




La pasión los arrastró hacia la orilla, José la tumbó y se recostó encima de ella con las piernas enlazadas, los dos mojados, el agua dándoles en el cuerpo y la pasión que seguía creciendo, mientras ambos deseaban amarse, José la acarició la cara mientras la miraba a los ojos y la besaba con una pasión casi desbordante, la acarició las piernas primero por encima del camisón, después por debajo, los pechos de Radians se agitaban y el uno deseaba estar cerca del otro, Radians le acarició la espalda, le colocó las manos en el pecho mientras entre su entrepierna notaba la virilidad de aquel hombre que había hecho en ella encender esa pasión, se besaron una y otra vez, José comenzó a besarla en el cuello mientras ella mirando a las estrellas susurraba su nombre y gemía, después la destapó un hombro de debajo del camisón y se lo beso, mordiéndola con pequeños mordisquitos que hacían crecer en ella diversas tentaciones, después poco a poco la levantó el camisón y posó su mano en una de sus piernas mientras subía y bajaba (...), con la otra mano le acariciaba la cara y el cabello, la besaba en los labios.

Subió la mano una y otra vez por la pierna, deseando (...) y la beso, mientras movía la mano una y otra vez (...), mientras le descubría el otro hombro para seguir besándoselo, como había hecho con el anterior, (...), su respiración iba en aumento, (...), ya que ella tampoco paraba de acariciarle y de besarle mientras susurraba su nombre.

De repente, algo se movió entre los arbustos, José lo oyó y se incorporó, levantándose del suelo, a la vez que ayudaba a Radians a levantarse y la colocaba la capa sobre los hombros.

— José, por fin te encuentro- dijo Matías- hola, señorita Radians- la sonrió al ver que ella se ruborizó

— ¿Qué ocurre?- dijo agarrando a Radians por la cintura y atrayéndola junto a él

— La mujer de su hermano, esta dando a luz

— Enseguida vamos- le avisó acercándose a coger el caballo y la camisa que había dejado tirada cerca de la orilla- lleva tu ese caballo Matías- le sonrió señalándole el caballo de Radians- por cierto, nadie sabrá que nos has visto aquí

— Por supuesto señorito, pero...

— Si preguntan que donde encontraste a Radians di que en las cuadras

— Pero...

— Nadie preguntara- dijo montando en el caballo y colocándose a Radians delante mientras la rodeaba con sus brazos, ambos seguidos por Matías llegaron de nuevo a la hacienda.


José ayudó a Radians a desmontar y después le entregó el caballo a Matías para que lo llevara a la cuadra, José pidió a Radians que esperara fuera un momento para que no supieran que venían juntos y después entrara.

Ya sabéis que suelo censurar algunas escenas, pero el que quiera el capítulo completo, lo enviaré por correo, pedírmelo a artedelaspalabras@gmail.com

Comentarios

CHARO ha dicho que…
Vaya que inoportuno ha sido Matías caramba.Besicos
Mela ha dicho que…
Hola Tamara... Creo que la llegada de Matías ha interrumpido un momento muy lleno de pasión ;-)
Besos
J.P. Alexander ha dicho que…
Uy me dejaste con ganas te mando un beso y te me cuidas Tamara
yessykan ha dicho que…
!NOOOO ....Mal rayo parta!
Pero que inoportuno Matias. Yo lo quiero, ya tienen mi nuevo email. Gracias.
Besos

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