Una nueva vida- Capítulo 38.2



Radians salió al invernadero y buscaba las plantas que iba a necesitar para preparar el brebaje que no era para disminuir el dolor, sino para que se adelantara el parto y para que la madre se tranquilizara, después de haberlo preparado, subió a la habitación rápidamente. 

Sajira miraba al techo mientras agarraba fuertemente la mano de Dolinda que la miraba y la decía que respirara, después de entrar cerró la puerta tras de sí, Irene la observó unos minutos y después continuó mojándola la frente.

— Buenas- saludó Radians y se acercó a la cama en el momento en que a Sajira le paraba una de las contracciones- pequeña- la sonrió- bebe esto- y la entregó el vaso con el brebaje, te ayudará a que nazca el niño

Después de que se lo hubiera tomado, Radians la sonrió para darla ánimos y después fue hasta donde estaba Irene, observó la vagina de Sajira y la dijo que aún quedaba mucho parto así que lo mejor era que se tranquilizara, del mismo modo pidió a Medina que bajara y le dijera a Eric que todo iba bien y que aún quedaba mucho rato para el parto pues hacía apenas una hora que le daban contracciones. 

Así pasaron horas y horas, comenzó a amanecer, las contracciones de Sajira eran cada vez más seguidas, pero aún no estaba lista habían pasado ya seis horas, Radians indicó a Medina y a Dolinda que se fueran a descansar y que tranquilizaran a Eric. Cuando el parto comenzara las avisaría.

Irene agarraba la mano de Sajira mientras Radians la humedecía la cabeza y la decía palabras alentadoras aunque esta no paraba de gritar cuando la venía el dolor y no paraba de quejarse, Radians la dijo que intentara dormir aunque sabía que sería imposible.

— Sajira, mi amor- la dijo Radians dulcemente pasadas las ocho horas- yo creo que ya estas lista- y la miró mientras Sajira gritaba y entraban al cuarto Medina y Dolinda a las cuales ya había avisado- está bien, Dolinda querida, dala la mano y tu Medina humedécela la frente y sécala el sudor de la cara, Irene, llama a Flor y a Violeta que traigan una toalla, para arropar al bebe cuando salga.

— No dejes que se muera- grito Sajira en uno de las contracciones, mientras se incorporaba del dolor

— Sajira, no dejare que se muera, ayúdame de acuerdo- la sonrió- haz lo que yo te diga, es el primer parto que atiendo, pero he visto a mi madre atenderlos muchas veces, escúchame, coge aire- y observó como Sajira cogía aire- intenta tranquilizarte- la tocó una pierna para darla fortaleza- ahora sopla y cuando venga la contracción empuja, empuja con todas tus fuerzas porque depende de ti que la cabeza de tu bebe salga

— No voy a poder- grito y sollozó a la vez Sajira

— Claro que podrás, llevas ocho horas con dolores, ahora solo te quedan unos minutos más y traerás a tu bebe al mundo, escúchame, sopla y concéntrate solo en él, ahora aprieta, empuja- la dijo alzando la voz para que se oyera entre los gritos de Sajira- empuja, empuja- y vio como la cabeza del pequeño se movía aun dentro de su madre- está bien, respira y vuelve a soplar porque ya veo la cabecita, venga Sajira, sopla, sopla, empuja, empuja- y vio como la cabeza del pequeño volvía a moverse haciendo un esfuerzo por salir de dentro de su mama- será un niño ansioso, ya quiere salir- la sonrió a Sajira- venga otro intento, coge aire y empuja- volvió a alzar la voz mientras Sajira gritaba

Repitieron la misma operación durante diez o veinte veces más hasta que el bebe se abrió paso entre la vagina de su madre y sacó la cabeza.

Comentarios

Ana Martínez ha dicho que…
¡Qué bonito fragmento! Espero que todo vaya perfectamente. Un beso.
J.P. Alexander ha dicho que…
Uy espero que el niño este bien. Te mando un beso
Mela ha dicho que…
¡Dios! Ya estaba deseando que naciera el bebé... ¡Pobre Sajira!
Besos
yessykan ha dicho que…
!Oh Dios!
Pobre chica. Al fin tuvo sus bebe. =)
abrazo

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