Una nueva vida 46.2

— No, hermano, por supuesto que no

— Si, si le perteneces- la sonrió y la beso en la mejilla- ahora sube a cambiarte

— Está bien- dijo mientras subía por las escaleras y desaparecía por ellas.

Las semanas siguientes pasaron rápido, Radians y Lorena apenas paraban en casa, iban de un lado para otro preparando la boda, aunque como había sido rutinario desde que Radians regresará con su hermano, cada noche, todos bajaban a cenar juntos al salón y conversaban lo que habían hecho durante el día, al terminar la cena, Roller se sentaba junto al fuego y todos le acompañaban mientras le contaba a Radians cosas de su vida.

José la había estado visitando todos los días, a ella exactamente no, pero visitaba a Roller y la solía ver a ella aunque no intercambiaban palabras. Los días anteriores habían sido muy ajetreados y entretenidos, Radians arreglaba la fiesta junto con Melisa y Ascra y Nicolás acompañaban a la novia a los modistas, tres peluqueras estuvieron haciendo pruebas del peinado que llevaría la novia y Eduardo se encontraba cada vez más nervioso, hasta tal punto que había noches que no podía ni dormir y se las pasaba paseando por la casa, mientras hablaba con Roller o con Amadeo.

— Eduardo- le dijo Roller- creo que lo mejor sería que los padres de ella se enteraran de que su hija se va a casar

— Se enterarán después de la boda- le dijo Eduardo una noche mientras cenaban- ¿verdad mi amor?- preguntó a su futura esposa

— Si, mis padres no quieren que me case y yo lo voy a hacer, lo que lamento es que mis hermanos no lo sepan, Radians- le dijo a su amiga- tu podrías hablar con José, me gustaría que por lo menos un varón de mi familia fuera el que me llevara al altar

— Sabes que José odia a Eduardo- le dijo su amiga

— Le odia porque pensaba que Eduardo te quería a ti, pero ahora que sabe que no es así, tal vez quiera llevarme al altar, si tú se lo pides, ni siquiera se lo dirá a mi padre

— Pero...- empezó a oponerse Radians- será mejor que Roller hable con él, es su amigo

— Amiga- comenzó a sentirse triste Lorena- hazlo por mí, como regalo de bodas

— Cielo- la interrumpió Eduardo- creo que ella ya nos ha regalado suficiente

— Ella sabe a lo que me refiero- le dijo Lorena- ella perdió a su hermano y sabe la nostalgia que paso por no estar junto a él, ahora le has encontrado, eres feliz y sé que el día de tu boda te gustaría que estuviera allí.

— Querida- la habló Roller- tiene razón, habla con él

— Está bien, pero le diré solo que te vas a casar y que te gustaría que te llevara al altar ya que tus padres se oponen, si se niega le diré que lo olvide todo y que no diga nada a nadie

— Gracias- se levantó Lorena de su asiento y abrazo a su amiga- nunca te agradecerte todo lo que estás haciendo por mí.