Ayer...
Ayer era el día de la madre y yo no tuve a mis tres bebés conmigo, Napoleón, Winnie, Coco, ellos no estuvieron en presencia pero se que estuvieron en mi pensamiento como lo están cada uno de los días de mi vida, como lo estarán el resto de ella.
A veces, no pensamos en el camino que estamos recorriendo, pero llega y cuando acaba, aunque duela, sabes que valió la pena haberlo caminado, eso me pasó con mis tres bebés, puedo decir que hice muchas cosas buenas en mi vida, pero tenerlos a ellos tres no lo hice bien yo, sino que fue lo mejor que me ha podido pasar en la vida.
Napoleón era un locuelo, nunca se separaba de mí, fue un regalo de mi abuela por mi 18 cumpleaños después de llorar y llorar a mis padres porque quería una cobaya, y llegó a casa y lo llenó todo de luz durante 5 años, aunque mami era inexperta en su cuidado, aunque probablemente cometí muchos errores que ahora se por experiencia, porque una no nace siendo madre, lo que estoy segura de que Napoleón tuvo fue mucho amor. Cuando le limpiaba la jaula corría a mi alrededor, saltaba por encima y mami lo mimaba, lo acariciaba, lo cogía entre mis brazos y sentía una paz que nadie más en ese momento me podía dar, lo ame durante esos 5 años, me destrozó el corazón con su partida y... sin embargo, volvería a ser madre, volvería a vivir todos los momentos, por tenerlo otros 5 años conmigo.
Winnie fue diferente, en un momento malo de mi vida, cuando ya no lo esperaba, mis familia me dio esa sorpresa por Navidad, mi cara debía ser un poema cuando me levanté y lo vi, tan pequeña, tan blanquita, tan dulce, tan cariñosa. Se que el destino quería que estuviera poco tiempo a mi lado, pero también se que en su cuerpecito de bebé, le dimos todo lo imaginable porque se quedara con nosotros, porque resistiera un día más, y ella se quedo dos meses conmigo, mi princesa, mi dulce niña, volvería a repetir la experiencia porque se que aunque dolió, y mucho el no poder darte amor durante más tiempo, porque me quedaba mucho cariño para demostrarte, muchos mimos, muchos abrazos, porque quería verte crecer, no pude, pero volvería a hacerlo, porque ser madre contigo fue una superación para mi, fue una lucha y me demostraste que hay que vivir peleando siempre por estar al lado de las personas que te aman.
Coco llegó mientras todavía lloraba a Winnie, él era el lloroncete que no dejaba de quejarse en cuanto le tocaba, traía tantos miedos y le costó tanto hacerse a mi, los meses últimos ya venía si le llamaba, se subía encima, comía de mi mano, saltaba encima cuando abría la jaula, y se fue, tan rápido y apasionado como llegó, se fue, y mi corazón quedo dividido en tres pedacitos, mientras le abrazaba, le decía que le quería y que por favor resistiera que pronto nos iríamos a casa juntos, y lloré, lloré su ausencia, lloré el no darme cuenta de que estabas malito porque no te quejabas, fuiste fuerte siempre, nadie pensaba que mientras corrías, saltabas, yo te mimaba y juntos vivíamos una vida de amor, había una piedra que se hacía en tu pequeño riñón, podía haberme enfadado con la vida por separaros a los tres tan pronto de mi, pero no lo hice, he rezado por vosotros, porque me esperéis, porque un día volvamos a encontrarnos, he rezado porque Lassie os este cuidando y Happy os persiga a todas partes, Dany incluso dijo que Bartolo estaría por allí con vosotros, espero que no se pase que me ha dicho que es muy juguetón.
Bebes, mis bebés, mis hijos, mis niños queridos, os amo, y os amaré el resto de mi vida, y ayer, fue un día doloroso, porque no estabais a mi lado, pero hoy, hoy he pensado que siempre estáis y que si hablo de vosotros, lo estaréis más todavía.
Abuelos, tíos, mimármeles mucho por favor, protegerles porque dentro de mucho, mucho tiempo, cuando tenga que reunirme con todos, os estrecharé en mis brazos y nunca más nos separaremos.
Os amo, no lo olvidéis nunca.
A veces, no pensamos en el camino que estamos recorriendo, pero llega y cuando acaba, aunque duela, sabes que valió la pena haberlo caminado, eso me pasó con mis tres bebés, puedo decir que hice muchas cosas buenas en mi vida, pero tenerlos a ellos tres no lo hice bien yo, sino que fue lo mejor que me ha podido pasar en la vida.
Napoleón era un locuelo, nunca se separaba de mí, fue un regalo de mi abuela por mi 18 cumpleaños después de llorar y llorar a mis padres porque quería una cobaya, y llegó a casa y lo llenó todo de luz durante 5 años, aunque mami era inexperta en su cuidado, aunque probablemente cometí muchos errores que ahora se por experiencia, porque una no nace siendo madre, lo que estoy segura de que Napoleón tuvo fue mucho amor. Cuando le limpiaba la jaula corría a mi alrededor, saltaba por encima y mami lo mimaba, lo acariciaba, lo cogía entre mis brazos y sentía una paz que nadie más en ese momento me podía dar, lo ame durante esos 5 años, me destrozó el corazón con su partida y... sin embargo, volvería a ser madre, volvería a vivir todos los momentos, por tenerlo otros 5 años conmigo.
Winnie fue diferente, en un momento malo de mi vida, cuando ya no lo esperaba, mis familia me dio esa sorpresa por Navidad, mi cara debía ser un poema cuando me levanté y lo vi, tan pequeña, tan blanquita, tan dulce, tan cariñosa. Se que el destino quería que estuviera poco tiempo a mi lado, pero también se que en su cuerpecito de bebé, le dimos todo lo imaginable porque se quedara con nosotros, porque resistiera un día más, y ella se quedo dos meses conmigo, mi princesa, mi dulce niña, volvería a repetir la experiencia porque se que aunque dolió, y mucho el no poder darte amor durante más tiempo, porque me quedaba mucho cariño para demostrarte, muchos mimos, muchos abrazos, porque quería verte crecer, no pude, pero volvería a hacerlo, porque ser madre contigo fue una superación para mi, fue una lucha y me demostraste que hay que vivir peleando siempre por estar al lado de las personas que te aman.
Coco llegó mientras todavía lloraba a Winnie, él era el lloroncete que no dejaba de quejarse en cuanto le tocaba, traía tantos miedos y le costó tanto hacerse a mi, los meses últimos ya venía si le llamaba, se subía encima, comía de mi mano, saltaba encima cuando abría la jaula, y se fue, tan rápido y apasionado como llegó, se fue, y mi corazón quedo dividido en tres pedacitos, mientras le abrazaba, le decía que le quería y que por favor resistiera que pronto nos iríamos a casa juntos, y lloré, lloré su ausencia, lloré el no darme cuenta de que estabas malito porque no te quejabas, fuiste fuerte siempre, nadie pensaba que mientras corrías, saltabas, yo te mimaba y juntos vivíamos una vida de amor, había una piedra que se hacía en tu pequeño riñón, podía haberme enfadado con la vida por separaros a los tres tan pronto de mi, pero no lo hice, he rezado por vosotros, porque me esperéis, porque un día volvamos a encontrarnos, he rezado porque Lassie os este cuidando y Happy os persiga a todas partes, Dany incluso dijo que Bartolo estaría por allí con vosotros, espero que no se pase que me ha dicho que es muy juguetón.
Bebes, mis bebés, mis hijos, mis niños queridos, os amo, y os amaré el resto de mi vida, y ayer, fue un día doloroso, porque no estabais a mi lado, pero hoy, hoy he pensado que siempre estáis y que si hablo de vosotros, lo estaréis más todavía.
Abuelos, tíos, mimármeles mucho por favor, protegerles porque dentro de mucho, mucho tiempo, cuando tenga que reunirme con todos, os estrecharé en mis brazos y nunca más nos separaremos.
Os amo, no lo olvidéis nunca.
Comentarios
Muy hermoso tu relato.
Besos
A los animales se les quiere mucho... y cuando se van, el disgusto es muy grande
Pero creo que todos repetiríamos la experiencia a pesar de saber el final
Besos
Un abrazo
Mucho ánimo.
Un abrazo!
Beso
Também estive muito tempo afastada, porque tive de cuidar de alguém que muito amava e, após uns meses, essa pessoa partiu no dia em que completava 92 anos.
Que dolor, Dios mio!
Comi te entendo!
Um beijinho
Beatriz
un abrazo Tamara