Aprendí a no decepcionarme

No me gusta esperar nada de nadie, será porque la vida nos da tantas decepciones que crear expectativas con alguna persona sería engañarnos a nosotros mismos, y creo que es por ese mismo motivo por el que cuando alguien hace algo por mi, lo siento de una manera especial y sorprendente.

Cuando se espera de los demás que se comporten de manera parecida a la tuya, es normal que acabes decepcionado porque no todo el mundo puede entender la amistad de la misma manera que tú, tampoco todo el mundo entiende el amor de la misma manera que tú, ni siquiera el significado de la palabra familia. Así que cuando alguien me pregunta que es lo que me decepciona de otras personas, solo pienso en cosas que no espero, me decepcionan las personas que faltan el respeto, también las que intentan manipular y las que quieren obligarme a comulgar con sus pensamientos, también las personas que no saben dialogar, o las que tergiversan mis palabras, pero no me decepciona que un amigo no me llame por mi cumpleaños, o que no me mande un mensaje si ve que estoy mal, no me decepciona tampoco que critiquen mi forma de enfrentar la enfermedad, o incluso que hablen mal de mi a las espaldas, tampoco que opinen sobre mis relaciones  con otras personas, mi relación conmigo misma o mi forma de ver el mundo, me disgusta, pero no me decepciona, porque no espero que los demás entiendan el mundo del mismo modo que yo.

Y entre la decepción y el disgusto hay un paso muy grande, el disgusto se pasa, la decepción hiere el alma, y dejar que los demás tengan el poder de decepcionarte, es darles las llaves de tu vulnerabilidad, y ya aprendí que esas llaves mejor tenerlas a buen recaudo.

Recuerda que si te decepcionan es porque esperas de los demás algo que no pueden darte, al fin y al cabo tú eres el culpable, te creaste expectativas demasiado altas.

Comentarios

J.P. Alexander ha dicho que…
Si tienes razón uno solo debe esperar las cosas d e uno mismo. Te mando un beso

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