¿Etiquetar o poner soluciones?

Hoy no había pensado que entrada escribir al blog, hacía días que no escribía, pero como ha sido un día espectacular, tenía que decir algo.
Hace algun tiempo, escribí una entrada que titulé ¿Etiquetar o motivar? Tuvo mucho éxito y numerosas compañeras de profesión, incluso alguno de mis profesores, las enseñaron a sus alumnos para que eligieran lo que creían correcto.
Hoy, navegando por mis blogs amigos, he visto un video que me ha recordado a esa entrada. Y es que, estamos acostumbrados a que nos digan, es el alumno con Síndrome de Down, es al alumno con TDAH, o el que pega, el solitario, a veces incluso oímos, el empollón, el perfeccionista, etc.
La cuestión es, que podemos escribir y poner miles de etiquetas a los alumnos, pero, ¿Hasta donde llegar? Un alumno con Síndrome de Down, tiene ese síndrome, de eso no hay duda si ha sido correctamente diagnosticado, pero, ¿Solo tiene eso? 
¿Debemos ir a lo que marca un libro y ver las características que debe tener ese alumno? Sí, habéis leído bien, digo, debe tener, porque la mayoría de las veces no las tienen, y es que no existen dos personas iguales, igual que no existen dos vidas iguales, o dos contextos iguales, decir que un alumno con Necesidades Educativas Especiales es igual a otro, sólo porque su diagnóstico sea el mismo, es como si me dijeran que yo soy igual que cualquier otro madrileño que haya en el mundo, o que cualquier otra maestra...
Que triste sería entonces la vida, todos iguales, un aburrimiento.
Y es que todos somos especiales en alguna medida, y, si hay alguien tan especial como otro, es porque no han buscado bien, ya que todos somos diferentes.


Ahora después de que veáis el video, decirme, ¿Tan importante es etiquetar?

Comentarios

San ha dicho que…
Ojala las etiquetas no exisstieran, ojala muchas, muchas más personas pensaran como tú, pero desgraciadamente no es así, y pobre del etiquetado, como se pegue a su cuerpo no hay forma de arrancar esa etiqueta.
No más etiquetas, somos diferentes y de no serlo ya lo dices tu, !que aburrido!
Tamara ha dicho que…
Tienes razón, ojala no existieran...
lichazul ha dicho que…
depende de las etiquetas, las cosas siempre tienen diferentes matices
no todo es negro o blanco


buen jueves
Tamara ha dicho que…
Tienes razón en cierta medida Elisa, pero, normalmente cuando se te pone una etiqueta, una de dos, o es negativa, o la persona que la tiene tiende a mantenerla, si te ven como el gracioso del grupo, sientes la responsabilidad de seguir siendo así, igual que al responsable, al timido, al bueno... y cuando esa etiqueta no les cuadra a los que te rodean, entonces ffff, ya no eres tan perfecto.
ManuGarciaEU ha dicho que…
Hola Tamara!

Qué quieres que diga sobre este tema... siempre somos juzgados por nuestras apariencias, y en realidad no sabemos nada de nadie. Pero nos ponen etiquetas constantemente y en verdad no hay dos personas iguales.

Todos tenemos algo especial que nos hace diferentes.

Saludos!!
Tamara ha dicho que…
Manolo, ahora me pregunto si muchas veces no nos las ponemos nosotros mismos...

Un beso.
Puri García ha dicho que…
Hola amiga virtual¡Visitando tu blog arte de enseñar he descubierto este.La verdad me preguntaba donde habías colgado la entrada que me dices en tu comentario.La encontré y me encanta lo que has escrito,has reflejado perfectamente mis reflexiones respecto al tema.
Muchíii...simas gracias.
Besos
Tamara ha dicho que…
Gracias a ti por el comentario y por enseñarme un vídeo tan hermoso. Un beso.
mobtomas ha dicho que…
Las etiquetas son guías, no jaulas. Al final se necesitan para definir características o personalidades y que nos sea más fácil la comunicación. Pero no son absolutas ni sometedoras. alguien que tiene fama de perezoso en algún momento tiene que realizar un trabajo físico. Sólo son parra identificar, no para encadenar. Me hiciste pensar con esta entrada. Saludos.
Tamara ha dicho que…
Mobtomas. a veces las etiquetas si encadenan, no me refería a las etiquetas de perezoso, holgazan, aventurero... Si no, a etiquetas como la que te hacen ser de esa manera porque así te identificas con la sociedad, como por ejemplo, el gracioso, el borracho, etc. O etiquetas que los demás te ponen y tu no puedes hacer nada ante eso, como el impulsivo (al niño que es hiperactivo), el malo (al que tiene un trastorno de la personalidad), etc. Me refería más a estas últimas en mi entrada, pero extrapolé a todas.
Gracias por tu comentario y me alegro de haberte hecho pensar.
Cristina ha dicho que…
Excelente entrada.
El peligro de la etiqueta és cuando no s eve más allá,por ejemplo en los niños con autismo,por desgracia,todavía son "autistas" primero y luego,puede que vean algo más en ellos...triste,pero és así y por eso muchos padres,profesionales como tú Tamara y más personas,nos hemos unido para dar a conocer una realidad del autismo que pocos conocen,vamos a derribar falsos mitos,a romper etiquetas...verdad que sí? Un beso.
Tamara ha dicho que…
Espero que tengas razón y que consigamos derribar esas etiquetas... Porque no todos son lo que dice un manual, ni a todos se les puede tratar de la misma forma, y mucho menos, etiquetarles de la manera en que lo hacen y que tan bien muestras en tu entrada...
¿Sabes? Tengo un poco de miedo, porque la programación de mis oposiciones es de un alumno con autismo, y muchas personas al leerla y ver que los muestro de una manera distinta a como se ven, ya me han dicho, a lo mejor los del tribunal, no lo admiten, aun así, si ese día, uno de los cinco, ve que tengo razón en cierta medida, ya me habrá recompensado, con o sin plaza.
Un beso.

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