El amigo que nunca tuve 6
Su madre la dejo sola en la habitación, para que pensara en sus palabras, ella siempre era así, decía cosas que sabía que la pequeña no quería oír, para luego dejarla en su soledad, una vez ya le explicó, que solo sale de la tristeza aquel que quiere vencerla, hay otras personas que no quieren enfrentar la vida, le dieron cuatro cartas para jugar la partida de la vida, no podía pedir seis, pero tampoco debía malgastar ni una de las anteriores.
Por la tarde, la niña se vistió, decidió que no era justo que ese peluche muriera, en otra época habría sido bonito, solo porque la vida le había castigado, no significaba que no pudiera dar aún mucha ternura o amor, ella no podía ser tan egoísta para dejarle morir, solo porque ella deseara escapar del mundo y esconderse.
Así que se vistió y salió de su habitación, su madre y su padre la miraron extrañados, la pequeña fue al pasillo y cogió su chaqueta, tenía que ir a comprar más perfume para el peluche.
Se cansaba todo el rato, pero consiguió llegar a la tienda que había a la vuelta de su casa. La tendera se extrañó de verla y le abrió la puerta para que pasara, le costaba respirar, pero aun así, llegó al estante de las colonias y compró lo que más le gustaba, su madre tenía razón, el peluche y ella podían estar enfermos, pero siempre olerían bien, tampoco era sinónimo de estar enferma, ser una apestosa.
Salió de la tienda y llegó a casa, al llegar fue directamente a su baño y llenó la bañera, si quería echarse colonia, primero iba a quedarse tan limpita como el peluche.
Comentarios
Un besete.
Un besazo.
Saludos.
besitos.Amelia.