El amigo que nunca tuve 7
Cuando la bañera se lleno de agua caliente, la pequeña se metió dentro, y sus huesos doloridos se lo agradecieron, después del paseo, necesitaba relajarse de esa manera.
Esperó con los ojos cerrados a que el agua se quedara fría, estaba tan agotada, pero le gustaba tanto estar metida en el agua, parecía que el mundo no existía, ni siquiera sus problemas, y se permitió soñar, con otra época en la que estaba feliz y bien.
Al despertar, observó un albornoz puesto sobre el radiador, estaría calentito para cuando saliera del agua, su madre pensaba en todo, se dijo… No debía coger frío, se pondría más enferma aun, y eso no era bueno.
Al ponerse el albornoz, se dio cuenta de que su cuerpo entero se calentaba, tomó temperatura, incluso pudo observar en su rostro pálido como los colores subían a sus mejillas, sonrió mientras se miraba al espejo, con esa pinta, hasta parecía estar sana.
Después se vistió muy despacio, esta vez sin pedir ayuda a su madre, no tenía prisa, tenía todo el tiempo del mundo para vestirse, no tenía pensado volver a la cama, al menos, no enseguida, quería enseñarle a sus padres lo bien que olía ella, y lo bien que olía su peluche.
Comentarios
Mas besos.
Un besazo.
Un besazo.
Un besazo.
besos.amelia.
Saludos.
un besote
Un besazo.