Isemay- Parte 29.3 MUERTO
Cuando sus pies descalzos rozaron el frío suelo, una descarga de adrenalina subió por su cuerpo. Si tenía pensado dejarse morir sabía que no podría porque Olaft siempre sería una razón más que poderosa para quedarse en este mundo. Al menos hasta que fuera lo suficientemente fuerte como para protegerse él mismo.
- Sabes que nunca dejaré que te hagan daño.
Se acercó al canasto de su hijo, que dormía plácidamente después de sentir su voz. Como si él entendiera, y comprendiera sus sentimientos, abrió los ojos y la miró.
- Tienes sueño- le susurro de nuevo tocándole la cabecita- mama velará mientras duermes a que nada malo te ocurra. Eres todo lo que tengo Olaft, y te quiero.
Isemay se forzó en sonreír, y el pequeño le devolvió la sonrisa satisfecho de lo que había visto, instantes después, cerró su puño alrededor del dedo que su madre le tendía, y volvió a relajarse. Isemay observó el mar, desde su pequeña ventana, parecía en calma, y sin querer separarse de su hijo, como si solo con su presencia pudiera traerle la paz que otros hombres la quitaron, estiró el brazo para acercar su mecedora, y se sentó contemplándole.
Comentarios
un besote cuidate
Un besazo.