Isemay 42.11
Tal vez fueran los últimos momentos que el viviría, pero deseaba pasarlos
con él, no podía marcharse de allí, y dejarla sola sin que supiera lo que ella
pensaba, lo enfadada que estaba porque fuera a dejarla sola otra vez, podían
estar enfadados, pero le iba a obligar a cumplir sus promesas.
Corrió hacia su esposo como si el mismísimo diablo la persiguiera, y
llegó hasta él antes de que nadie pudiera sujetarla. Sabía que había apartado a
algunos de los hombres de su camino, y que seguramente la miraban como si
estuviera loca, pero era su esposa, tenía más derecho que nadie a estar con él
en esos momentos, no importaba lo que los demás pensaran, no importaba nada,
solo sabía que tenía que estar con él.
Se agachó a su lado y le cogió de las manos, él pareció notar su
presencia pues abrió los ojos para mirarla de nuevo y parecía incluso que
sonreía porque ella estuviera a su lado, o tal vez solo era su imaginación.
-
Cabezota- susurró su esposo.
-
Debes vivir- fueron las primeras palabras que le dijo y
él casi sin fuerzas solo parpadeó para volver a centrar sus ojos en ella- Si se
te ocurre dejarme sola otra vez, soy capaz de bajar al infierno y matarte otra
vez- le explicó mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
-
Isemay- la pidió Uwuain.
- ¡No!- le chilló- ¡Estoy harta de todo esto! ¡No se te ocurra morirte!- Fue más una orden que una súplica.
- ¡No!- le chilló- ¡Estoy harta de todo esto! ¡No se te ocurra morirte!- Fue más una orden que una súplica.
Comentarios
un besote
Saludossss
Dany, un poquito casquivano es el muchacho, no me lo niegues jejejeje, un ladrillazo y lo soluciona.
Un besazo a ambos.