Quise...
Quise llorar por ti y no me quedaban lágrimas, entonces me di cuenta de que ya había llorado lo suficiente, y peor que todo eso, que jamás mereciste ni un solo momento de mis tristezas.
Quise gritarte que todo era injusto y no me quedaba voz, entonces comencé a recordar las cosas que te había dicho, las cosas que escribí y nunca dije, y me di cuenta de que mis letras jamás debieron pertenecerte.
Quise que me doliera y no encontré ese dolor, quise sentir frío o sentir calor, pero mi mente voló al pasado, a un día en el que en un segundo cambió mi vida, y entonces recordé que en ese mismo segundo, después de lágrimas vertidas, había construido un muro a mi alrededor, tan, tan alto, que ya nada sentía.
Y ahora, pienso que quiero llorar, que quiero gritar, que quiero que duela para sentir que estoy viva, pero no hay lágrimas, no hay palabras y no hay dolor, sin embargo, hay una ligera felicidad en mí, y es que sin saber como saliste de mi vida y como te arranqué de mi corazón, mientras yo me preocupaba por hacerme fuerte, alguien me enamoró.
Comentarios
Continuo a admirar a tua crescente inspiração.
Nunca deixes de escrever,pois és uma excelente romancista.Parabéns.
Um beijinho
Beatriz